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INTELIGENCIA EMOCIONAL



RECORDEMOS QUE...

La inteligencia emocional es la habilidad humana para identificar, expresar, comprender, gestionar y transformar las propias emociones y las de otras personas. Este tipo de capacidad intelectual se puede desarrollar y potenciar a lo largo de toda la vida.

CEREBRO EMOCIONAL

¿DÓNDE SE ENCUENTRA LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Es en el neocórtex donde residen nuestras creencias y valores; por lo que, no nos emocionamos por lo que ocurre, sino por nuestra interpretación. Nuestro neocórtex a veces no funciona correctamente debido a la influencia de valores, nuestro autoconcepto y autoestima, nuestros modos de razonar, etc.

La verdadera sede de la Inteligencia Emocional sería en los circuitos que conectan el sistema límbico con el neocórtex, encargados de la reevaluación y la reflexión.

La Amígdala

La amígdala es un racimo en forma de almendra (de ahí su nombre) de estructuras interconectadas que se asientan sobre el tronco cerebral, cerca de la base del anillo límbico. Existen dos amígdalas, una en cada hemisferio, y están relacionadas con el miedo y el temor, emociones funda¬mentales para la supervivencia, además de la ansiedad, la apreciación emo-cional del contexto y la conducta emocional. Su estimulación puede provo¬car conductas agresivas como respuesta al temor y la ansiedad. Si quedara separada del resto del cerebro o sufriera lesión, el resultado sería una notable incapacidad para apreciar el significado emocional de los acontecimientos (una especie de ceguera afectiva) y una disminución severa de la conducta tanto emocional como de interacción social. Esta estructura neuronal es la especialista en asuntos emocionales: pero también se la considera como el almacén de la memoria emocional.

La amígdala provoca la secreción de las hormonas que facilitan la reac¬ción de ataque o furia; por ejemplo, la secreción de norepinefrina para elevar la reactividad de las zonas del cerebro que hacen que los sentidos estén más despiertos y el cerebro en alerta. Moviliza los centros del movimiento y ac¬tiva el sistema cardiovascular, los músculos y los intestinos. También influye en el tronco cerebral para que paralice los movimientos inconexos de los músculos, acelere el ritmo cardiaco, eleve la presión sanguínea, disminuya la respiración y haga que el rostro adquiera una expresión de temor. Simultá¬neamente, los sistemas de la memoria cortical se ponen en marcha para recu¬perar cualquier conocimiento importante para la emergencia del momento. La extensa red de conexiones de la amígdala le permite dirigir gran parte del res¬to del cerebro, incluida la mente racional, durante una emergencia emocional.

Hipocampo

Otra estructura del sistema límbico es el hipocampo. El hipocampo está relacionado con la memoria, es un depósito clave para ella, proporciona una memoria perfecta del contexto vital; si sufre daño, se produce amnesia. El septum, otra estructura del sistema límbico parece estar relacionada con sentimientos de placer. En la obra de Papalia se afirma que su estimulación produce mansedumbre y su lesión, ira.

La corteza prefrontal, que es parte del lóbulo frontal, también parti¬cipa del sistema límbico a través de numerosas conexiones con estructuras del anillo límbico. En general cumple la función de regular las emociones, contener los estallidos emocionales y proporcionar la base neuronal para que una persona ejerza dominio de sí misma.

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