El París Saint-Germain se clasificó para la final de la Copa de Francia al eliminar en los penales ayer al Montpellier, después de que los 90 minutos reglamentarios acabaran con el marcador 2-2.
Sin prórroga en la ‘Coupe’, Kylian Mbappé adelantó en dos ocasiones a los parisinos (10 y 50), mientras que Gaëtan Laborde (45) y Andy Delorte (83) igualaron para los del sur.
La igualdad continuó en la tanda de penales, con ambos equipos anotando sus primeros cinco lanzamientos (entre ellos, los argentinos Ángel Di María y Leandro Paredes y los brasileños Marquinhos y Neymar, que no fueron titulares por un resfriado, para el PSG).
En el sexto, Junior Sambia falló para los locales y el italiano Moise Kean dio el pase a los parisinos.
«Ha sido un verdadero partido de Copa, donde el nivel se equilibra con la motivación, es la magia de la Copa», declaró tras el partido el entrenador Mauricio Pochettino.
El técnico argentino consideró que su equipo «ha hecho un buen partido y mereció meterse en la final antes» de haber aprovechado alguna de las numerosas ocasiones para haber marcado más goles.
Fuera de la Liga de Campeones (eliminado en semifinales por el Manchester City) y con el título liguero muy complicado (a tres puntos del Lille a dos jornadas para el final), el equipo que entrena Pochettino tiene en esta ‘Coupe’ la mayor posibilidad de sumar un título esta temporada.
Renovado Neymar hasta 2025, otra de las tareas urgentes del PSG será la de renovar a su otra gran estrella, Mbappé, que este miércoles volvió a mostrarse imparable.
En los dos goles anotados por el campeón del mundo, Mbappé demostró que su punta de velocidad tiene pocas comparaciones con otros futbolistas en la actualidad.
En el primero, todo el equipo parisino movió bien la pelota, hasta que Idrissa Gana Gueye leyó bien el desmarque de Mbappé y este superó por alto a Dimitry Bertraud de un potente zurdazo.
En el segundo, el que quedó retratado fue Vitorino Hilton. El veterano central brasileño, 43 años, entró en pánico cuando Mbappé cogió la pelota en la medular y comenzó a correr, fue dando pasos atrás sin atreverse a meter la pierna y cuando el delantero de los ‘Bleus’ pisó el área, regateó fácilmente al defensa y anotó de disparo cruzado.
Mbappé reaparecía tras recuperarse de la contractura que le impidió disputar la vuelta de la semifinal de la ‘Champions’ contra el City y demostró que de haber jugado ese partido, el resultado (2-0) hubiera podido ser otro.
El ambicioso París Saint-Germain, que volverá a tener en la ‘Champions’ su gran objetivo para la próxima temporada, necesita para ello a Mbappé, que acaba contrato en 2022, lo que da pie a todo tipo de especulaciones.
Un gesto de Mbappé durante el partido podrá también ser interpretado en varios sentidos: tras el segundo gol anotado se fue corriendo a abrazar a su entrenador Mauricio Pochettino.
El abrazo demuestra el compromiso que Mbappé tiene con su actual club y, sobre todo, es un espaldarazo para el técnico argentino, que de no sumar ningún título esta temporada con el PSG podría ver amenazada su continuidad la próxima temporada.
Antes de disputar la final copera, el 19 de mayo en el Stade de France ante el vencedor de la segunda semifinal, que disputarán el jueves el Mónaco y el modesto Rumilly-Vallieres (4ª categoría), el PSG jugará el domingo otra ‘final’, esta vez ante el Reims. Una derrota o un empate parisino podría dar el título al Lille.