Santiago.- La derrota de las fuerzas políticas chilenas tradicionales a manos emergentes fuerzas de izquierda en la elección de los delegados que redactarán una Constitución para reemplazar la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, despierta dudas sobre el futuro de un país conocido por su modelo de libre mercado, según expertos.
El creciente descontento por la profunda desigualdad, que generó un estallido social a fines de 2019, derivó en un proceso constitucional, que el fin de semana llevó a una variopinta elección de 155 delegados de redactar el nuevo texto.
«Hay un rechazo al sistema político en general y eso queda demostrado en el nivel de abstención que está cercano al 58%. Segundo, hay un rechazo a los partidos políticos tradicionales obtendrán la más baja votación respecto a todas las elecciones anteriores», dijo a Reuters el analista político Guillermo Holzmann.
Para el experto, la relación entre el Estado y el mercado se modificaría intentando que «sea eficiente, esté cercano y sirva a la ciudadanía».
La centroderecha oficialista no conquistó un tercio de los escaños, cifra clave para bloquear directamente eventuales cambios drásticos al modelo, mientras que la centroizquierda -que gobernó mayormente al país desde la vuelta a la democracia-obtuvo un resultado inferior a las fuerzas emergentes de izquierda.
«Es probable que la mayor incertidumbre política antes de las elecciones presidenciales afecte los activos hacia adelante, dado que es probable que los mercados interpreten esto como una encuesta a gran escala sobre el sentimiento chileno», dijo Citi en una nota a clientes.
El resultado de los comicios es otro fracaso para el presidente conservador Sebastián Piñera, cuya popularidad se hundió en medio del descontento social y el intento de su gobierno por bloquear retiros de los ahorros en los fondos de pensiones para paliar la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.
La mirada está ahora puesta en los acuerdos que puedan alcanzar el conjunto de delegados constitucionales, liderado por independientes, aunque con clara mayoría de movimientos críticos de la política tradicional.
La elección remeció a los mercados locales, llevando al peso chileno a perder más del 2% en una sesión de medios, mientras que el índice líder de la bolsa llegó a rozar un desplome del 10%. Los bonos soberanos del país también resintieron le resultado.
La agencia Fitch dijo que la calificación actual del país es muy sólida y podrá soportar importantes incertidumbres políticas y económicas después de la rebaja realizada en octubre de 2020.
Sin embargo, dijo que la nueva carta magna podría generar riesgos para la gobernabilidad, la situación fiscal y de deuda y las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero -que agrupa a las grandes mineras del mayor productor mundial de cobre- dijo que el desafío para los delegados incorporará equilibradamente las diversas visiones y enfocarse en la búsqueda de acuerdos.
«Creemos que es fundamental que este espacio de diálogo se caracterice por discusiones serias y bien fundadas. Si, por el contrario, se trata de discusiones desinformadas y con miradas cortoplacistas, habrá razones para el pesimismo», dijo el ejecutivo en una declaración enviada a Reuters.
La agitación política en dos naciones importantes productoras de cobre como son Chile y Perú aumenta la incertidumbre sobre la oferta del metal. (Reuters)