martes, diciembre 3, 2024
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INTELIGENCIA EMOCIONAL

RECORDEMOS QUE…

La inteligencia emocional es la habilidad humana para identificar, expresar, comprender, gestionar y transformar las propias emociones y las de otras personas. Este tipo de capacidad intelectual se puede desarrollar y potenciar a lo largo de toda la vida.

Establecer Relaciones

18. Crear influencia

La persuasión no es lo mismo que la influencia; sin embargo, para muchos especialistas de motivación y comportamiento humano son básicamente lo mismo. En este sentido se debe entender que “Crear influencia” debe ser considerado como un método que en el ámbito del trabajo y en la vida diaria será de gran ayuda para una persona, pero para lograr que sea efectiva hay que desarrollarla.

Desde el surgimiento del concepto de la Inteligencia Emocional, se la ha considerado como la capacidad para gestionar las emociones, constituyéndose en un aspecto que afecta el desempeño de los individuos en los diferentes campos desde lo personal hasta lo laboral.

Las aptitudes emocionales que determinan la IE se relacionan con el pensamiento y los sentimientos originando un mayor desempeño laboral, donde dichas aptitudes pueden ser personales por determinar el dominio de sí mismo; o sociales por determinar el manejo de la relaciones con otros (Goleman, 1995)

El PhD en Psicología de la personalidad Randy Larsen plantea la influencia que las emociones tienen en los estados anímicos y físicos del individuo, pues estas inciden en cierta medida en los comportamientos que las personas logren manifestar en un momento determinado. Por otra parte las Profesoras María Fonseca Romero y María Pino Acosta plantean que existe una estrecha relación entre el correcto ejercicio del líder y sus habilidades emocionales, pues estas determinan los comportamientos e interacciones de él.

Las emociones representan una parte de la esencia del ser humano, pues determinan su comportamiento frente al entorno y frente a los individuos con quienes interactúa, por tal motivo podrían llegar a ser calificadas como positivas o negativas dependiendo del resultado que estas ofrezcan al individuo. Por ejemplo, a nivel organizacional, algunas emociones como la tristeza y la melancolía pueden ser vistas como perjudiciales para el correcto desempeño de las personas.

En este sentido, las emociones pueden tener un carácter intencional; es decir, que el individuo puede impulsar la aparición de una emoción sobre otra. Así, de acuerdo a la intencionalidad de las emociones se puede llegar a pensar que el control o gestión de estas determina el nivel de ajuste que el individuo manifieste en diferentes momentos o contextos a los que se enfrenta.

De esta forma se puede analizar a la IE como un esfuerzo humano por identificar las emociones y encontrar los medios necesarios para gestionarlas de forma adecuada ante determinadas situaciones y para que sea un proceso constante de control, comprensión y autogestión de emociones. Pues contribuye entre otros aspectos a generar cualidades de líder, a activar conocimientos y gestionar de forma efectiva a las personas.

Por todo lo expuesto, se debe establecer que todos tenemos que aprender a influir en otros para alcanzar el éxito. Desde la familia hasta el trabajo o nuestro negocio, poder influir en nuestra pareja, hijos, proveedores, jefes, empleados es clave y necesario para lograr nuestros objetivos. Pues al final de todo, ser un líder es ser capaz de influir en otra.

Ser un buen líder conlleva considerar algunos aspectos clave que, al desarrollarlos, aumentarán el poder de influencia considerablemente. Entre ellos están:

1. Interésate sinceramente por los demás

Siempre recuerda que a las personas no les importa cuánto tú sabes sobre ellos, sino saber que te importan. Si alguien te está hablando, escúchalo. Empatía ante todo, ponte en sus zapatos. Asegúrate que la otra persona esté convencida de que entendiste su punto de vista. Muestra un aprecio sincero.

2. Comunica correctamente tu intensión

Una mala comunicación destruye el poder de la influencia. Prepárate, practica, aprende a comunicarte. La clave para comunicarte es entender cómo la otra persona se beneficia de nuestra visión y la forma clara de expresarla. Nunca olvides que todo el mundo tiene un sistema de recompensas y motivaciones.

3. Asegúrate que tu imagen irradia Integridad

Uno de los factores claves para desarrollar liderazgo es la confianza. Las personas necesitan confiar en alguien para dejarse influir. Recorrer el camino del liderazgo exige tomar la decisión de ser una persona con alta integridad, dar el ejemplo y hacer siempre lo correcto o procurara hacerlo siempre. La ecuanimidad es esencial; es decir, que exista coherencia entre lo que se dice ser y lo que se es.

4. Esfuerzo constante para alcanzar dominio en un área determinada

Para lograr hacer eco en las personas, es necesaria la intuición adquirida a través de la preparación y experiencia; es decir, confiar en el propio juicio y las decisiones que de él provienen. Por ello, es muy recomendable convertirse en un experto sobre un área específica. Uno de los destructores de liderazgo más frecuentes sucede cuando un líder toma malas decisiones una y otra vez.

5. Establecer objetivos claros y reales

Las personas solo siguen a alguien que va a algún lado. Seguir implica movimiento. Se necesita ponerse metas y trabajar duro en cumplirlas. El trabajo duro, la disciplina y la persistencia les comunicarán a las otras personas que cuando alguien dice algo, lo cumple.

 

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