En la historiografía de la educación boliviana, lastimosamente existen ínfimos registros sistematizados sobre los aportes pedagógicos de los congresos nacionales de educación, que se llevaron en contadas ocasiones desde la fundación de la República de Bolivia (1825); cuando el maestro Simón Rodríguez pregonaba: “…instrucción social para una nación prudente, cuerpo fuerte, técnica para ser experto y científico para ser persona pensante”. Pero este anhelo se frustró por un problema insalvable; la falta de docentes formados pedagógicamente para la enseñanza de los niños, jóvenes y universitarios.
Para rastrear antecedentes históricos y aportes pedagógicos de los congresos educativos, en esta ocasión acudiremos al trabajo bibliográfico de los hermanos primos: Víctor Hugo Vásquez Serrudo y Carlos Humberto Vásquez Flores (2005), quienes escribieron el libro titulado: “Los congresos pedagógicos en Bolivia y su aporte a la Educación”. De donde esbozaré algunos aspectos relacionados a los aportes y avances pedagógicos de los Congresos de Educación.
Uno de los primeros eventos pedagógico congresales que se menciona en el libro de los Vásquez, es el desarrollado en el año del bicentenario de Bolivia (1925), durante el gobierno del Dr. Bautista Saavedra, conocido como Primer Congreso Pedagógico Nacional (p.53); donde el aporte pedagógico fundamental fue la construcción y elaboración del “Plan de Estudios”, con miras a la orientación vocacional de los estudiantes para que ingresen a diferentes facultades de las universidades con especialidad de bachiller en ciencias y letras. La enseñanza de nivel secundario duraba seis años divididos en dos ciclos de tres años de estudio que, lamentablemente, no habría sido implementado en el sistema educativo.
Con el levantamiento de los trabajadores obreros, mineros y campesinos de 1952, que ha concluido en la Revolución Nacional, conquistó el bien mayor para las mayorías nacionales, que es el derecho a la educación universal, única y gratuita que permitió a los niños y jóvenes acceder a la educación para aprender lectura y escritura básicamente, y resolución de problemas aritméticos. Ha sido el inicio para las comunidades campesinas, un camino de salida del atraso educativo y analfabetismo absoluto en el que se encontraban muchos niños. Se promulgó el Código de la Educación Boliviana (1955): estableciéndose una pedagogía de instrucción conductista de castigo a los estudiantes: “la letra entra con sangre”.
Posteriormente a los levantamientos revolucionarios y expulsión de los hacendados de las comunidades campesinas, en 1970 se organiza el Congreso Pedagógico Nacional, efectuado durante el gobierno del Gral. Alfredo Ovando Candía, con participación del magisterio organizado urbano rural, trazando un plan de acción educativa para el decenio 1970-1980; que no llegó a cumplirse por los golpes de Estado que se producían constantemente en esos tiempos. Los congresistas tenían como objetivo: “Preparar a los hombres no sólo para el presente, sino para el porvenir con una educación democrática, científica y popular, escuela única con conciencia nacional (p. 53)”; aún predominaba en las escuelas urbanas y rurales la modalidad de instrucción conductista.
Otro hito histórico que se registró en Bolivia en el ámbito educativo, fue el Congreso Nacional de Educación de 1992, que se desarrolló en la ciudad de La Paz, con la participación de aproximadamente 700 delegados de todo el territorio nacional (p.98). El debate giró en torno a la discusión de los problemas de pobreza extrema, marginalidad educativa, deserción escolar, docentes interinos, calidad educativa y privatización de la educación. Los aportes de los maestros de base plasmados en las conclusiones y recomendaciones del congreso, posteriormente serían incorporados en la Ley N° 1.565 de Reforma Educativa (1994): “Institucionalizándose la realización del Congreso Nacional de Educación, cada cinco años para reunir a todos los sectores de la sociedad para examinar el desarrollo y los progresos de la Educación Nacional (Art.6)”. Asimismo, en este evento los congresistas determinarían que el currículo base sea de alcance nacional con enfoque intercultural bilingüe, priorizando la educación obligatoria hasta el tercer ciclo del nivel primario (8vo. curso). Adoptando para el trabajo docente la metodología de teoría de proyectos.
Uno de los eventos trascendentales de la educación boliviana, que se desarrolló antes de la Asamblea Constituyente, fue el Congreso Nacional de Educación de 2006, que nació de las necesidades de cambio profundo de las estructuras ideológicas, modelo educativo, enfoque metodológico y paradigmas de administración educativa; que originó la promulgación de la actual Ley 070 de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”; estableciendo en el Art. 1.2., de mandatos constitucionales que: “La educación constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla”. El sistema adoptó por una educación descolonizadora, liberadora, revolucionaria, anti-imperialista, despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales (Art. 3.1.). Asimismo, asumió un Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo (MESP) de amplia participación social en el quehacer educativo.
En la coyuntura educativa que vivimos de clausura del año escolar, vale la pena revisar los aportes pedagógicos y antecedentes históricos de los congresos educativos para proyectar colectivamente una nueva educación de calidad y calidez humana en las comunidades educativas.