Rangún.- Miles de personas residentes en la ciudad de Mindat, en el oeste de Birmania, han huido hacia un bosque cercano después de los enfrentamientos con el Ejército en el país en el marco de las protestas contra el golpe de Estado del 1 de febrero.
Según residentes locales y testigos, casi 8.000 personas han abandonado la ciudad, aunque ahora se enfrentan al hambre en el bosque. «Sólo algunas personas mayores y niños se han quedado en la ciudad (…) y la comida pronto se acabará», trasladó un ciudadano de Mindat.
Estas personas se han visto obligadas a huir después de varios días de enfrentamientos entre los soldados de la junta militar, que utilizan artillería pesada para dispersar las protestas, y un movimiento de resistencia popular. Al menos siete civiles han muerto y un número indeterminado de ellos han resultado heridos.
El Ejército birmano asumió el control de Mindat el sábado, después de días de enfrentamientos y tras la llegada de refuerzos aéreos. Aunque los enfrentamientos ya han finalizado, los residentes están asustados por posibles represalias de los soldados. «Es prácticamente imposible para nosotros volver a Mindat porque hay soldados por todas partes», ha relatado un hombre.
El Ejército de Birmania asumió el poder el 1 de febrero y declaró el estado de emergencia durante un año tras detener a los principales dirigentes del país. El golpe llegó tras las recientes tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.
Las manifestaciones se han sucedido desde entonces en varios puntos del país. De acuerdo con las estimaciones de la Asociación de Apoyo a los Presos Políticos de Birmania, más de 800 personas han sido asesinadas desde el golpe. Además, más de 5,200 han sido arrestadas. (Europa Press)