Empresas de Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay están interesadas en comprar hasta 1,4 millones de toneladas de urea, una vez que la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) vuelva a operar. No son las únicas, también se suman empresas de otros continentes, que evalúan adquirir este fertilizante, según una nota de prensa de la estatal petrolera YPFB.
“Nuestra capacidad anual de producción al 100% es de 650 mil toneladas y de esa cantidad, la demanda del mercado interno es de 20 mil a 25 mil toneladas. El restante queda para la exportación y representa casi la mitad de intención de compra que tenemos hasta el momento”, indicó Luciano Montellano, Vicepresidente de Operaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Montellano echó por tierra el discurso de que este fertilizante no tiene mercado internacional. “Se escucha hablar en los medios y a personas que la urea no tiene mercado, pero eso es lo más falso porque este fertilizante es muy requerido en cualquier parte del mundo. Su consumo y demanda crece por la crisis alimentaria que tiene el planeta. Se necesita producir más y mejores alimentos (…). Entonces, la demanda de urea no es un problema y peor en Sudamérica, pues tenemos a Brasil, que es uno de los más grandes compradores del mundo”, manifestó.
Ante ello, una vez que vuelva a operar la PAU se evaluará con quiénes concretar las ventas del producto, el cual es apreciado por su alta calidad en los mercados internacionales. La urea es el fertilizante cuyo alto contenido en nitrógeno permite el crecimiento de las plantas ayudando en su nutrición y en el rendimiento de los cultivos. A nivel mundial, es utilizada en la producción de arroz, maíz, trigo, caña de azúcar, sorgo, papa, pasturas, frutales, hortalizas y otros.
El Vicepresidente de Operaciones de YPFB acotó que se está manejando el arranque y reactivación de la PAU bajo una metodología de gestión de proyecto y un plan de mantenimiento, tanto correctivo como preventivo, que está en ejecución. “Hemos tenido, días atrás, un avance muy alentador y positivo sobre los principales equipos, señaló.
Considerando la creciente demanda internacional y el desarrollo intensivo de la agroindustria nacional, se estiman ingresos anuales de 120 a 140 millones de dólares. “Con la estructura de costos optimizada se estima un rédito operativo de 30% a 35%. La estabilidad en las operaciones está muy vinculada a una masiva logística. La corriente de exportación jugará un papel preponderante en la recuperación del negocio”, agregó Montellano.
Internamente, la PAU genera alrededor de 300 fuentes laborales directas y aproximadamente otras 70 indirectas. “El mayor impacto se da en las fuentes laborales indirectas externas ya que se potencian actividades de transporte, estiba, comercializadores mayoristas, minoristas, intermediarios, agricultores, pecuarios, agroindustriales de pequeña y gran escala con una estimación inicial de entre 2.500 a 3.500 trabajos indirectos. Cifras que se multiplicarán a medida que el agro se desarrolle”, indicó el ejecutivo de YPFB.