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25 de mayo 1810 211 años de historia común

No parece que fuera casualidad la manera en que la historia y los acontecimientos se fueron dando en el nacimiento de nuestros países. Argentina y Bolivia se entrelazan a través del tiempo y conforman un pasado único, un pueblo con una historia común, nacido y desarrollado al calor de ese mismo pasado.
Desde tiempos inmemoriales fuimos y somos parte de un mismo continente, nuestros pueblos antes de la llegada de los conquistadores convivían como una sola unidad, siendo parte de las culturas andinas que se desarrollaban en el Abya Yala. Resistimos juntos ante la llegada de los españoles y luego luchamos juntos para liberarnos y comenzar la lucha independentista, que tuvo un sinnúmero de hechos y acontecimientos en los que nuestros héroes independentistas fueron los mismos, con batallas libradas en lo que hoy es territorio boliviano y argentino, declaraciones y sueños llevados adelantes de manera conjunta.
Por ello, no es casualidad que un 25 de mayo de 1810, en el Río de la Plata se formara un Primer Gobierno Patrio que tenía como antecedente los acontecimientos del 25 de mayo de 1809 cuando en Chuquisaca, hoy Sucre, se gestaba el primer grito libertario de Sudamérica, o el levantamiento de La Paz de junio del mismo año. Lo cierto es que por estas tierras comenzó una lucha que se fue llevando adelante con batallas, triunfos y derrotas y donde nuestros soldados nacidos en lo que hoy es Bolivia o la Argentina dieron su sangre por la liberación de un territorio que era una sola unidad territorial, Las Provincias Unidas del Río de la Plata. Dicho territorio toma el nombre por el puerto y río por donde salía gran parte de la plata que provenía de Potosí, condición también que luego le dio nombre a nuestro país, que hoy está festejando y recordando 211 años del Primer Gobierno Patrio.
Gobierno Patrio que la historia quiso que fuera su primer jefe un potosino, Cornelio Saavedra; historia que quiso que la primera batalla ganada por el Ejército Argentino conformado por criollos, negros e indios fuera en Suipacha en la zona de Tupiza, hoy Bolivia; que la primera bandera argentina creada y usada por Belgrano en sus campañas en el norte de las Provincias Unidas estuviera guardada, escondida durante 70 años en Macha, población cercana a Potosí. Por todo ello, este 25 de mayo debemos recordarlo como una nueva oportunidad de reflotar la historia de nuestros pueblos con estos hechos que nos hermanaron en el pasado y que deben servir para hermanarnos en este presente. Después de muchos acontecimientos que hemos vivido a lo largo de la historia está claro que nuestras suertes están atadas a un presente y futuro común.
Este presente encuentra a los dos países recuperándose del paso de gobiernos neoliberales que arrasaron con sus economías, tras el crecimiento y desarrollo logrados después de gobiernos que hicieron todo para mejorar el bienestar de sus pueblos a lo largo de más de una década, los gobiernos de los Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y de Evo Morales en Bolivia.
Este presente hace que juntos podamos levantarnos para mirar un futuro de cooperación mutua y desarrollo igualitario; debemos trabajar juntos para que nuestras riquezas sean para el bienestar de nuestros pueblos. El litio y los hidrocarburos tienen que ser la punta del desarrollo de ambos países, explorando y explotándolos en forma conjunta, para que ello sirva a nuestros pueblos y no a las multinacionales de siempre.
Este 211º aniversario del Primer Gobierno Patrio debe empezar a revalorizar los deseos e intenciones que se vieron reflejados en las palabras que Sucre le dirigió al primer representante diplomático argentino ante Bolivia y que hoy se resignifican “La fatal discordia ha desaparecido entre argentinos y bolivianos, y hundiéndose en el olvido las discusiones pasadas, las cosas y los hombres se colocarán sobre bases, que ni aun el tiempo podrá destruir. ¡Quiera el Cielo que así sea! Y que, respetándose recíprocamente las dos Naciones y los dos Gobiernos en cuanto a su independencia y sus instituciones, compongan en todo lo demás, una sola familia estrechada por los sentimientos más generosos y cordiales. Sea La Quiaca solo la línea geográfica que distinga los límites de uno y otro Estado, pero aplánense sus alturas siempre que los Bolivianos y Argentinos se busquen para amarse”.
Un ejemplo importante de imitar y continuar, como lo están haciendo cada día y en cada oportunidad nuestros actuales presidentes, Alberto Fernández y Luis Arce Catacora. Que ese ejemplo vuelva a mostrarnos más que nunca los lazos indestructibles de hermandad y solidaridad que unen a nuestras dos Naciones.

Ariel Basteiro, Embajador de la República Argentina en Bolivia.

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