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Centenario del Club Social 16 de Julio

En fecha 15 de abril del año en curso, el tradicional y prestigioso Club Social 16 de Julio de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, cumplió 100 años de existencia para beneplácito y orgullo, no solo de sus asociados sino también de la ciudadanía paceña y, por qué no decirlo, de todo el país, por cuanto su institucionalidad trascendió los límites del Departamento.

El 15 de abril de 1921, ilustres y connotados ciudadanos paceños tuvieron el acierto de fundar una institución que, representando el espíritu y temple paceños, se erigiese en un símbolo sempiterno de la muy noble, leal y patriótica ciudad de La Paz. Esos connotados paceños fueron: don Arturo Vidangos, Dr. Pablo Guillén, don Isidoro Aramayo y otros; originalmente con el nombre de “Club Bancario”, por cuanto todos ellos se hallaban vinculados a las actividades bancarias, en cuyas instituciones desempeñaban funciones. Denominación que luego fue sustituida por el de “Club Social 16 de Julio” en homenaje a la gloriosa revolución libertadora del 16 de julio de 1809, encabezada por el insigne y valeroso patriota paceño don Pedro Domingo Murillo Salazar. (La historia del Club durante los 100 años de su esplendorosa existencia se viene preparando con la seriedad, responsabilidad y veracidad que corresponde a todo trabajo de investigación histórica exenta de influencias particulares o personales mezquinas).

En este sentido, es imprescindible relievar los actos más trascendentales que acaecieron en la centenaria vida del Club, que lamentablemente se ignora o desconoce, por cuanto ni siquiera se hace mención en el “Libro del Centenario”, aduciéndose, extrañamente, no haberse encontrado referencias al respecto.

Sin embargo, no se puede dejar de mencionar que el acontecimiento más importante, trascendental y significativo, que tuvo lugar en el Club Social 16 de Julio, en sus 100 años de existencia, fue la celebración de su 75 aniversario el día 15 de abril de 1996.

En efecto, en la indicada fecha el Directorio de la Institución, que estuvo presidida por el Dr. Manuel Rigoberto Paredes Encinas (primera gestión), conformada por el Dr. Luis Carvajal Vera como Vicepresidente y otros varios distinguidos miembros, decidió preparar el acontecimiento con la mayor solemnidad posible; habiendo logrado, previas, largas y arduas gestiones ante las más altas autoridades de Gobierno, la concesión de la máxima distinción que otorga el Estado a personalidades naturales o jurídicas que se hacen merecedoras a ella, como es la condecoración del Cóndor de Los Andes.

Si bien el solo hecho de recibir tan alto reconocimiento público significaba motivo de excelso sentimiento de honra y orgullo para la institución, empero ese sentimiento se acrecentó muy significativamente, por cuanto el acto de su imposición tuvo lugar en el propio Salón de Honor del Club, ubicado en su sede social del Ed. “16 de Julio” de El Prado paceño, a donde concurrió el canciller de la República, Lic. Antonio Araníbar, en representación del Presidente de la República y, por consiguiente, en representación del Poder Ejecutivo. Acto de deferencia único en la historia de la Nación, puesto que no existe antecedente similar, ya que dicha distinción se la otorga siempre en los salones de la Cancillería del Estado.

Otro hecho que debe quedar registrado en las páginas de oro de la historia del Club, es que simultáneamente honraron también con su presencia los representantes máximos de los poderes Legislativo y Judicial; Dres. Juan Carlos Durán, Presidente del Senado Nacional y Dr. Edgar Oblitas Fernández (insigne paceño), Presidente de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación. Asimismo, realzaron tan magno acontecimiento los Comandante en Jefe de las FFAA, Comandantes en Jefe de las tres Fuerzas (Ejército, Fuerza Aérea y Fuerza Naval), quienes, en señal de reconocimiento y homenaje a nuestra Institución en su 75 aniversario, confirieron condecoraciones que fueron colocadas en el Estandarte, conforme consta por la documentación gráfica de la institución.

Acto de tanta solemnidad y trascendencia, único en su historia, que con seguridad no podrá ser repetido en el Club, no puede ser desconocido ni ignorado absolutamente por ningún socio y, por ello mismo, tiene que ser insoslayablemente incorporado en cualquier trabajo literario de investigación histórica o periodística.

Sin embargo, a pesar de ello, resulta inexplicable que en el “Libro de Oro” del Centenario no se haya hecho siquiera simple referencia; circunstancia que impulsa a presumir que tal actitud fue deliberada, probablemente por instrucciones de los empleadores del autor, a quien se le habría exigido la entrega de la obra con el ostensible afán de vanagloriarse de que la misma se la hizo en su gestión; no otra cosa se colige por cuanto, si bien las dos primeras partes del libro reflejan una labor de investigación seria y plausible; empero  se advierte que el trabajo fue concluido abruptamente con la finalidad de ser entregado “indefectiblemente” para el Centenario mientras el Directorio aún estaba vigente.

Concluimos esta nota rindiendo nuestro más fervoroso homenaje al Centenario del tradicional y paceñísimo Club Social “16 de Julio”.

Ml. Rigoberto Paredes Encinas, socio y ex Presidente del Club Social “16 de Julio”.

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