Una fragata y el petrolero Makran, convertido en una base de operaciones flotante, se dirigen al sur a lo largo de la costa oriental de África y en Washington creen que podrían formar parte de algún tipo de intercambio -de mercancía o inteligencia- con el régimen de Maduro
Las agencias de seguridad nacional de los Estados Unidos están vigilando dos buques de guerra iraníes cuyo destino final podría ser Venezuela, según informó Político, citando a tres fuentes familiarizadas con la situación, en lo que sería una provocadora jugada en un momento tenso de las relaciones entre Estados Unidos y Teherán.
Una fragata iraní y el Makran, un antiguo petrolero que fue convertido en una base de operaciones flotante, se dirigen al sur a lo largo de la costa oriental de África. Si bien los funcionarios estadounidenses no saben con seguridad el destino de las embarcaciones, Washington cree que pueden dirigirse a Venezuela.
En los últimos años, Teherán se ha consolidado como uno de los principales apoyos de la dictadura chavista y ya se ha transformado en uno de sus mayores socios comerciales en los sectores del combustible, la salud y alimentos.
La alianza entre Venezuela e Irán nació con Hugo Chávez. La estrecha relación que el fallecido presidente estableció con el régimen persa comenzó durante la Cumbre de Jefes de Estado de los Países Miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebrada en Caracas en 2000.
Desde entonces y hasta poco antes de su muerte, el caudillo caribeño viajó varias veces a la República Islámica de Irán, y el entonces presidente Mahmoud Ahmadinejad estuvo en Caracas al menos cinco veces. Durante este período se firmaron cientos de acuerdos bilaterales que abarcaban a los sectores petroleros, químicos, inmobiliarios y automotrices. Chávez decía que su alianza con Teherán era fundamental para su Gobierno e, incluso, llegó a regalarle a Ahmadinejad una réplica de la espada de Simón Bolívar. Todos los que recibían una de esas- el ruso Valdimir Putin y el sirio Bashar Al Assad, por ejemplo- fueron automáticamente considerados amigos de Miraflores.
Para Maduro, aislado internacionalmente por la brutalidad de su régimen, Irán se ha convertido en uno de sus pocos aliados. Y para Teherán, Venezuela es casi la única puerta que le queda abierta en Latinoamérica. Así, las relaciones entre los dos países se extienden al sector militar.
Político informó que altos funcionarios del régimen chavista ya han sido advertidos de que recibir con honores los buques de guerra iraníes sería un error pero, detalla la publicación, no está claro si Maduro ha prestado atención a esa advertencia… “La sola presencia de buques de guerra iraníes en el patio trasero de Estados Unidos representaría un desafío a la autoridad estadounidense en la región, y probablemente avivaría el debate en Washington sobre la decisión del presidente Joe Biden de reabrir las negociaciones con Teherán”, asegura el medio norteamericano.
El Makran, de más de 70 metros de largo y puesto en servicio este año, funciona como plataforma para misiones de guerra electrónica y operaciones especiales, y los funcionarios iraníes han presumido de las capacidades de misiles y armas del buque. Según han dicho, puede transportar hasta siete helicópteros, así como aviones no tripulados.
La llegada de las embarcaciones sería especialmente inoportuna para aquellos que trabajan activamente para una disminución de las tensiones entre Washington y Teherán, y podría frenar la posibilidad de que EEUU se reincorpore al acuerdo de 2015 para frenar el programa nuclear iraní, el Plan de Acción Integral Conjunto, que Donald Trump abandonó en 2018. Esas conversaciones están en curso en Viena.
De concretarse, esta no sería la primera vez que buques iraníes llegan a la Venezuela de Maduro. Entre mayo y junio del 2020, Irán envió buques con 1,5 millones de litros de gasolina, en medio de una escasez agravada durante la pandemia de Covid-19 en la otrora potencia petrolera. Para Irán, los buques representan una forma de recolectar dinero para su teocracia chiita y de ejercer presión sobre Estados Unidos.
“Maduro le ha abierto las puertas de Venezuela a Irán y a todos sus grupos terroristas, esto sin duda es la mayor amenaza para América Latina. Desde nuestro país operan células que promueven valores contrarios a los de la región”, denunció el canciller de Juan Guaidó a Infobae meses atrás. Según los opositores al régimen de Maduro, las Fuerzas Armadas Bolivarianas reciben asesoramiento de Irán en materia de telecomunicaciones. Se sospecha que, con apoyo iraní, el régimen montó un centro de telecomunicaciones en el Cabo de San Román, en el extremo norte de Venezuela, para monitorear las telecomunicaciones aéreas y marítimas. (Infobae)