domingo, diciembre 22, 2024
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Cómo nutrir a los bebés

Comer bien no es lo mismo que comer en abundancia. Y para los primeros meses de vida de un bebé, toda ingesta que reciba determinará cómo reaccionará su organismo frente a múltiples enfermedades. Fernando Álvarez, asesor científico de Droguería INTI, sugiere al menos siete consejos para que, sobre todo las madres primerizas, tomen muy en cuenta respecto a la nutrición y el crecimiento integral de los infantes.

“Muchas veces, los padres por el ajetreo de la vida repiten sus hábitos alimenticios con el bebé sin tomar en cuenta que el organismo del bebé aún está en desarrollo y experimentando cambios. Los primeros dos años son imprescindibles para proveer de las vitaminas necesarias para que su sistema inmunológico se defienda ante los agentes externos como virus, bacterias y hongos”, explica el médico.

  1. La leche materna no debe ser sustituida por papillas

La leche materna es el puente entre la alimentación intrauterina y la comida que ingerirá el resto de su vida. Para que la leche de la madre sea de calidad es importante que también su alimentación sea sana. Evite sustituirla por papillas por más cantidad de nutrientes que le ofrezcan. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, y de ahí para adelante la introducción de alimentos apropiados para la edad, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.

  1. Motivar al bebé a probar nuevos sabores y texturas

Para la transición de la leche materna a fórmula, es importante que un médico pediatra recomiende a la madre una fórmula previa evaluación de su crecimiento y la necesidad de nutrientes que tiene el bebé. Entre los 6 y 24 meses, los niños empiezan a experimentar y jugar con la comida entre sus manos. Cuando la madre ofrece los alimentos con seguridad y amor sincero, los niños van creciendo sabiendo que el tiempo de las comidas es una experiencia segura. Si han tenido una dieta monótona, durante esta etapa, le será muy difícil recibir nuevos sabores posteriormente.

  1. Los derivados lácteos son la principal fuente de calcio. ¡No la suprima!

La leche y los derivados lácteos aún son muy importantes para la nutrición del niño ya que son la principal fuente de calcio. Debe tomar unos 500 ml al día entre leche y derivados lácteos. La Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) recomienda utilizar leches de continuación o las denominadas leches de crecimiento, siempre que la situación económica familiar lo permita. Una sugerencia muy apropiada puede ser la leche Nutrilon 4, fórmula de crecimiento que aporta una excelente mezcla de ingredientes nutricionales, hierro, grasas esenciales, prebióticos (nutrientes funcionales) que fortalecen el sistema inmunológico del niño.

  1. Reconozca las señales de saciedad y evite la obligación

A partir de los dos años, los niños tienen un proceso de crecimiento menos acelerado y, por lo tanto, en su gran mayoría tienen menor apetito y demandan menos comida. Muchas veces, las madres creen que el niño está escogiendo comidas y no prestan atención a las señales de saciedad del infante. Si se les obliga puede que se genere una experiencia negativa y la rechacen poco a poco. Evite también darle dulces antes de las comidas puesto que pueden reducirle el apetito.

  1. Procure darle las cinco comidas al día

Los expertos en nutrición infantil recomiendan dar al infante cinco comidas al día distribuidas en 25% de calorías para el desayuno, 30% para el almuerzo, de 15 a 20% de calorías para la merienda y 25% de calorías para la cena. Si el infante está picando frituras, dulces o ingiriendo gaseosas durante el día alterará su crecimiento y se originará un desequilibrio de nutrientes y minerales en su organismo. Tome en cuenta que la ganancia de peso y de talla sea acorde a la edad del infante.

  1. Elija productos bajos en grasas saturadas, grasa trans y sodio.

Evite que su niño o niña consuma mantequillas, margarinas y quesos grasos,

porque pueden reducir la capacidad de defensa de su organismo y alterar el buen funcionamiento de todos sus órganos. La gran mayoría de los alimentos procesados contienen una tabla de valor nutricional en el envase. Léalos antes de darle a sus niños. Tome en cuenta el valor diario acorde al peso y a las calorías que demanda un infante. Evite las frituras en las comidas principales aún más en tiempos de pandemia. Incluya las frutas, cereales y verdura a la dieta de su bebé. No son caros y aportan bastantes nutrientes.

  1. Involucre a sus hijos en la compra y preparación de los alimentos.

Esto, además de abrirles la posibilidad de nuevos aprendizajes y experiencia, les enseñará y motivará a consumir alimentos saludables nuevos. Evite que el niño coma viendo televisión porque, además de distraerlo de los sabores, evitará que pueda experimentar el compartir sanamente con la familia. Invite a su hijo a ayudarle en la cocina a acomodar, mezclar, limpiar e incluso alistar diferentes alimentos antes de consumirlos.

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