¿Qué destino tienen los productos decomisados?

Periódicamente se informa que la Dirección Nacional de Aduanas invade locales y depósitos en los que se guarda ropa usada, artículos de diversa calidad y especie y muchos productos de uso y consumo que decomisan las aduanas por ser considerados de contrabando. Hace pocos días se informó sobre el decomiso de l.500 fardos de ropa usada. Mucho se ha dicho en el cercano pasado de dos años acerca de “haberse entregado mercadería decomisada al Ministerio de la Presidencia”, sin que nadie haya informado qué destino se le dio. Así, partiendo del decomiso de 33 camiones en Cobija hace muchos años y conteniendo gran cantidad de mercadería –incluidos electrodomésticos de fina calidad–, repuestos para automóviles y otros considerados con altos precios, nunca se informó sobre el destino que tuvieron y menos sobre el dinero logrado con la venta de los 33 camiones.
Así, casos como estos y muchos otros, han significado la percepción de muchos millones de dólares y todo quedó en el misterio. En algún caso –como el de la cocaína decomisada–, se dijo: “El juez cautelar conoce y sabe qué destino se dio a todos los productos incautados”; pero el juez respectivo simplemente dijo “A mí, nadie me informó nada”.
Es muy largo el historial de todo lo decomisado o incautado por Aduanas u otras entidades a través de muchos años y, como siempre, todo ingresó en una especie de Caja de Pandora que nunca se sabe qué y cuánto contiene; pero si un día se abre, seguramente estallará por lo mucho que ha ocultado, mimetizado o guardado, porque en la mayor parte de las “custodias”, seguramente actuaron muy bien los mecanismos de corrupción que saben cómo manejar recursos y medios procedentes de hechos dolosos. Sería de esperar que estas prácticas hayan terminado, pero nadie podría garantizarlo y habrá que ver qué pasa con los 1.500 fardos de ropa usada, como sería interesante conocer qué pasó con anteriores decomisos de similar mercadería.
Habrá que esperar informes pormenorizados sobre las últimas incautaciones con indicación de destinos y listado de beneficiados. La explicación que indica: “Se distribuyó en los sectores pobres” nunca ha sido convincente y solo sirvió para “que sepa la ignorancia de la prensa”, como alguna vez informó un funcionario. Pueblo y medios de comunicación dudan de la veracidad de lo que sostienen algunos “funcionarios de mucha eficiencia y alto vuelo” y es por ello que se pide listados pormenorizados de lo hecho, porque “lo caído” en Aduanas no es cuestión de ley de gravedad sino de incautaciones realizadas, por ser considerados ilegales los productos introducidos al país por nuestras fronteras y muchas veces por vías aéreas legales.