Fiestas y folklore, invitación al virus

La inconsciencia e irresponsabilidad de muchas personas renuentes a los cuidados que se debe tener para evitar al coronavirus, llega en determinados grupos al extremo de realizar fiestas y reuniones sociales de toda índole; son cursadas invitaciones a organizaciones folklóricas para que participen en concursos y bailes que no son otra cosa que invitaciones al coronavirus para que los contagios se multipliquen y, consecuentemente, aumente la cantidad de muertos.
No hay prudencia ni cuidado, menos criterio para evitar lo que más daño hace a la salud y ajenos a toda precaución celebran cumpleaños, bodas, festividades de “santos” y hasta fiestas infantiles, reuniendo a mucha gente que ni siquiera usa “barbijos” y menos tiene la precaución de lavarse las manos, ni la higiene necesaria. Mujeres, niños y ancianos asisten a estos actos y lo hacen desprotegidos. ¿Qué hacer ante extremos suicidas? Que sean impuestas multas, que se encierre en cárceles por siquiera 48 horas a los culpables, que se les decomise bebidas alcohólicas y otros elementos que porten los festejantes; pero que se cumplan las sanciones impuestas.
Por supuesto, en cuanto se tiene conocimiento de uno de los acontecimientos indicados, que intervenga la policía y, si ésta no está presente, que intervenga el ejército para apresar a los infractores de las disposiciones. Es muy importante que los miembros de la policía no sean parte de los festejos, como muchas veces ocurrió.
Iglesias que permiten “festejar al santo” deben evitar la realización y festejo; igualmente entidades folklóricas, deportivas y sociales; locales de diversión y expendio de bebidas alcohólicas deben ser cerrados y cualquier violación a las disposiciones tendrá que ser sancionada drásticamente; lo contrario significará asumir la posición de cómplices. Autoridades de todo rango deben vigilar que estas “cordiales invitaciones a fiestas” no se efectúen y, además, controlar que las sanciones impuestas a los infractores se cumplan.