Como parte del Virreinato de Nueva España, hoy México, El Álamo fue la misión franciscana de nombre San Antonio de Valero fundada en 1718 en las afueras de lo que hoy es la ciudad de San Antonio, Texas, EEUU. Hacia la década de 1730, Nueva España había enviado más de 30 expediciones a Texas, y San Antonio era el centro administrativo y comandancia militar. Nacogdoches en el este de Texas, Goliad en el sur, y El Paso en el lejano oeste servían de puestos de tránsito y abastecimiento incluyendo el militar. Se trató en aquel entonces de avanzadas exitosas de colonización. Las exploraciones del francés, Robert Cavalier, sieur de La Salle, resultaron en la fundación de una colonia en la bahía de Matagorda que con el tiempo fue la base de los reclamos franceses en Texas. En 1744 El Álamo fue convertida en capilla y dependencias, y luego en fuerte castrense.
La penetración anglo-americana adquirió relevancia cuando en 1803 EEUU compra la Louisiana, de la Francia de Napoleón, por US$15.000.000; territorio que se extiende del río Mississippi hasta las montañas rocosas y de la frontera de Canadá hasta el Golfo de México. En 1819 el, gobierno de EEUU acepta el río Sabine como frontera oeste de la Louisiana. Por entonces el estadounidense M. Austin obtiene permiso de las autoridades españolas para el asentamiento de 300 familias en 200 acres de territorio español. Cuando México deviene independiente, el hijo de aquel, S. F. Austin, en 1821 se dice que obtuvo aprobación de México para colonizar lo que vino a llamarse San Felipe de Austin, cerca de la costa del Golfo de México. En 1832 tenía 8.000 habitantes, y 20.000 al poco tiempo.
En medio de desórdenes políticos en México, incluyendo Texas, Antonio López de Santana asume la presidencia de México en 1833. Austin es llevado a prisión en México acusado de insurrecto. Liberado en 1835, llega a Texas y encuentra que ya había habido encontrones entre colonizadores y tropas mexicanas, y se entera que Santa Ana enviaba refuerzos. Los tejanos se organizan y forman gobierno que se apresta a tomar la oportunidad para extraer a Texas de México. El historiador mexicano José Vasconcelos en Breve Historia de México (1937) describe así a Santa Ana: «Las persecuciones, los motines, el desorden administrativo, los préstamos, el derroche personal de toda clase de fondos, la apropiación descarada de caudales para hacerse de fincas y pagar sus vicios de jugador y de enamorado, tales son los rasgos de lo que no dejan de llamar administración de Santa Ana».
El afamado sitio a El Álamo fue del 23 de febrero al 6 de marzo de 1836. La versión conocida es que los 187 defensores murieron heroicamente en manos de las fuerzas de Santa Ana, entre ellos William Travis, Jim Bowie y Davy Crockett. Pero los estadounidenses B. Burrough, J. Stanfor y C. Tomlinson recientemente han escrito el libro: Forget the Alamo: the Rise and Fall of an American Myth (Penguin Press) en el que desbaratan lo que llaman la fábula de la toma del El Álamo. No hay evidencia de que Travis haya trazado la raya en el piso. Fue una ficción gestada por un pseudo historiador de fines del Siglo XIX. Tampoco hay evidencia de que D. Crocket hubiese muerto luchando… como lo representa John Wayne en la película El Álamo (1960), repleta de falsedades. Hay amplio testimonio de que Crockett se rindió y fue ejecutado. Travis ignoró los avisos de que el ejército mexicano se acercaba y fue atrapado. O sea que decir que hubo audacia por parte de éstos, y que lucharon hasta el último hombre, es fábula.