Las intensas lluvias que han caído este fin de semana en Turquía han ayudado a extinguir los incendios forestales que desde el pasado 28 de julio devastan, en especial, la provincia sureña de Antalya, dejando por el momento solo seis focos activos de los más de 223 que se habían registrado en los últimos días.
El ministro de Agricultura y Silvicultura de Turquía, Bekir Pakdemirli, ha agradecido ayer nuevamente los esfuerzos realizados por los equipos de emergencias y ha informado de que el fuego se mantiene activos aún en las regiones de Koycegiz, Kavaklidere, Milas, Yatagan y Cine en el suroeste de la provincia de Mugla, así como uno en la ciudad de Sutculer en Isparta.
«Hemos estado combatiendo los incendios con una quincena de aviones, nueve vehículos aéreos no tripulados, 57 helicópteros, 850 embarcaciones y camiones cisterna y 150 vehículos de ingeniería, junto con 5.250 efectivos del personal forestal», ha enumerado Pakdemirli, según el diario ‘Hurriyet’.
Desde el viernes las intensas precipitaciones que han caído varios puntos de Turquía, pero sobre todo en Antalya, han terminado de extinguir unos incendios que en algunos casos se habían prolongado durante toda la última semana, es el caso de varias localidades en la provincia mediaterránea de Isparta.
Con la llegada de las precipitaciones, los medios locales han recogido imágenes de felicidad de los lugareños, algunos de los cuales no han dudado en ponerse de rodillas para rezar en forma de agradecimiento. «Saltamos al río para huir de las llamas. Sentimos la muerte durante dos horas», ha contado uno de los afectados.
Turquía atraviesa una ola de incendios casi sin precedentes. Por el momento, los incendios han dejado al menos ocho personas muertas. Frente a la media de 17.578 hectáreas se quemaron entre el 1 de enero y el 5 de agosto entre 2008 y 2020, el tamaño de este año es nueve veces ssuperior al promedio, con 157.482 hectáreas arrasadas, según las cifras del Insitituto de Silvicultura de Estambul. (Europa Press)