El invitado de turno hoy en Cvltvral es uno de los mejores cantautores del continente que, desde un comienzo, ha demostrado su compromiso social mediante la música para dar a conocer las distintas realidades del país, muchas veces positivas y otras no tanto.
Mediante sus interpretaciones ha incurrido en distintos ritmos propios de Bolivia tanto del altiplano, centro y oriente, así como también explora ritmos latinoamericanos y de todo el mundo. Sin duda alguna, es uno de los mejores exponentes musicales de nuestro país y en esta exclusiva nos cuenta sobre sus comienzos y hace un repaso a su exitosísima carrera… sean todos bienvenidos al show.
¿Quién es Luis?
Un hombre común que camina las calles, las montañas, los sembradíos, la selva y canta lo que ve y lo que siente. Un hombre que sabe mirar los ojos de la gente, que palpita con el corazón de la gente y que aprende de las cosas sencillas que enseña la sabiduría infantil.
¿Cómo llegó la música a tu vida?
Cuando nací, la música me estaba esperando en la guitarra de mi padre que la tocaba cada vez que nacía un hijo o hija, yo soy el sexto de los diez hijos. Cuando llegué a la Universidad como estudiante privilegiado por una beca, me compré mi propia guitarra para compartir la bohemia estudiantil donde cantaba el cancionero fronterizo de Bolivia y Argentina hasta que la dramática noche de la masacre de San Juan, producto de la presencia del Che Guevara en Ñancaguazú, nos hizo preguntar cuál sería nuestro aporte generacional para recuperar la democracia que estaba en las manos de las dictaduras militares. Entonces, decidí dejar la universidad y tomar en serio la guitarra para cantar y contar la vida cotidiana de Bolivia.
¿Cuáles son tus mayores influencias musicales?
En mi formación autodidacta escuchaba todo lo que emitían la radio y todos los discos prestados y los discos y grabaciones clandestinas que circulaban de mano en mano: Atahuallpa Yupanqui, Violeta Parra, Víctor Jara, las canciones de la revolución mexicana, Nicomedes Santa Cruz, Armando Tejada Gómez, Cesar Isella, Daniel Viglietty, Benjo Cruz, Alfredo Zitarroza y otros.
¿Cuál dirías que es tu mejor aporte a la música mundial?
“Los Chiriguanos del sur” canción nacida en el Hospital dermatológico de Monteagudo (leprosario) como una muestra del neoesclavismo terrateniente en Bolivia.
“Coplas de la sequía”, tincu que describe la migración de campesinos norte potosinos sorprendidos por narcos para pisar coca y elaborar cocaína.
“En el funeral del río”, creación conjunta con el poeta – periodista Coco Manto para mostrar la contaminación del río Choqueyapu que baña hermosamente la ciudad de La Paz en Bolivia.
¿Qué buscas expresar mediante tu música?
Mostrar lo cotidiano de nuestro país, por esto alguna gente cree que soy comunicador o periodista que relata cantando lo que ocurre en el país.
¿Cuántos trabajos de estudio llevas en tu haber?
Son 35 discos que he grabado en Bolivia y fuera de nuestro país; en Francia, Canadá, México y Argentina.
¿En qué género musical que nunca has ahondado te gustaría grabar algún día?
No tengo disciplina académica y he picado, creo, todos los géneros: folklore criollo, nativo, afroboliviano, con banda de metales militares, jazz, rock y me invitaron a participar en “A la Boliviana” cantando con la Orquesta Sinfónica.
¿Se podría decir que siempre has transmitido el mensaje deseado mediante tu música?
Buena pregunta. Alguna vez me censuré: ¿Cómo pude componer esta canción? Tan coyuntural, tan efímera y que sin embargo ha rebasado al tiempo de la vida y de la muerte. “Bienvenido General” es una canción para el dictamen del juicio de responsabilidades al dictador Luis García Meza que ya murió… o …”Quince puñaladas”, canción que describe el feminicidio de una periodista asesinada por su marido policía en presencia del niño que hoy tiene 13 años, creo, no apto para entender esa tragedia descrita en la canción.
Eres un autor muy galardonado ¿Cuál de tus premios te causa más orgullo?
El reconocimiento que me hizo el Concejo Municipal de La Paz en sesión de honor cuando llegué tarde a la reunión porque la ciudad estaba bloqueada por los indígenas del Tipnis Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure que habían llegado en la Octava Marcha y cantando mi Canción: “Coraje”.
Musicalmente hablando, ¿se podría decir que has logrado todos tus objetivos?
Después de 54 años de canto en varios países y en todos los rincones de Bolivia, me falta el disco que estamos preparando con Los CalaVeras. Es un disco para niños donde haremos varios intentos pedagógicos en Educación Barrial (semi presencial), identidad afroboliviana, matemáticas, ecológicas, autodidacta, gustos modernos y turismo mundial.
¿Qué tienes en tu agenda para esta segunda mitad del pandémico 2021?
Cuidarme, cuidar a mi familia, seguir produciendo canciones que puedan quedar como herencia y como opinión sobre la vida nacional como: “No dejes que me vaya de Bolivia”, “Me voy p´al Beni”, “Ajayu”, “Acuarelas”, “El Illimani nos mira”, “Escribo tu nombre en papel cuadriculado”, “Agua” y otras canciones.
