sábado, julio 27, 2024
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Derechos humanos y una detención preventiva

Las naciones del mundo en general dan el lugar que corresponde a los derechos humanos, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, subsisten algunos Estados envueltos en dictadura, que se caracterizan por un franco desprecio a esos elementales derechos. Las manifestaciones de respeto a la dignidad humana son un notable progreso de mentalidad que merece una mayor expansión. De igual manera se debe erradicar algunos métodos de tortura, sean corporales o psicológicos, forma esta que aún se aplica en determinados países bajo el apelativo de “justicia”.
Con desprecio a los derechos humanos y a las garantías fundamentales de la persona, en el continente americano todavía se contempla algunos regímenes dictatoriales, de fuerza y persecución, marcados por la intolerancia política, en especial los casos que han convertido a la justicia, al aparato fiscal y policial en brazo persecutor, portador de grandes dosis de tortura psicológica a través de la judicialización de la política.
Las circunstancias de la detención “preventiva” de Jeanine Áñez, ex Presidenta interina, no ha podido menos que despertar la preocupación de la opinión pública y también de una variedad de organismos internacionales debido al régimen carcelario desmedido que viene sufriendo por más de cinco meses. Este deprimente cuadro no se aviene con su delicado estado de salud. Se trata de una mujer y madre afectada por hipertensión, agravada por la tortura psicológica que significan, entre otras, las constantes sindicaciones del Ministerio Público por nuevos procesos y causales ampliatorias, sin que se haya excluido el desdoblamiento de un proceso en dos, se comenta para ampliar por mayor tiempo su detención. Recientemente se ha anunciado la instauración de un proceso contra su hija, Carolina Ribera Áñez, por presunta desviación de donaciones mientras ejercía Gestión Social, dependiente del Ministerio de la Presidencia, lo cual ha deprimido tanto más el estado nervioso severo de la señora Áñez.
Por otra parte, con motivo de su hipertensión ha sido llevada a distintos nosocomios púbicos para diversos análisis, incluido uno de El Alto, ciudad con una altitud de casi 4.000 sobre el nivel del mar, contraproducente para la salud de la detenida. Este cuadro la llevó a causarse lesiones propias en un acto de desesperación ante los rigores carcelarios. El gobierno dice que los pedidos de defensa en libertad dependen de la autoridad jurisdiccional, sin embargo, no se ejecutó la autorización de un juez para una debida atención ambulatoria en una clínica privada. Vetó esta orden la máxima autoridad de régimen penitenciario. Así no es exagerado considerar en peligro la vida de la ex presidenta Jeanine Áñez.

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