Al término de su misión diplomática en Bolivia, el embajador de Francia Denis Gaillard, se despidió del cuerpo diplomático en un cóctel ofrecido en su residencia.
Los amplios jardines de la casona, ubicada en la zona de Calacoto, acogieron a embajadores de diversos países, re-presentantes de organismos internacionales y de la Cancillería boliviana, con las debidas medidas de distancia y bioseguridad.
Durante su alocución, el diplomático francés dijo que retorna a París para incorporarse en el Ministerio. Además, hizo un recuento sobre los tres años que le tocó vivir en nuestro país, destacando la generosidad boliviana.
«A lo largo de esos tres años, que pasaron tan rápido, me quedo sólo con los buenos recuerdos que vienen de manera desordenada a la memoria, la magia de un amanecer gélido en las ruinas de Tiwanaku, en mi primer año en Bolivia; el entusiamo de un batallón de 40 bom-beros franceses llegados a Bolivia en 2019, para ayudar a sus pares bolivianos en la lucha contra los incendios de la Chiquitania, la alegría multicolor del Carnaval de Oruro, dos veces; el sabor de un buen plato de comida boliviana y la sonrisa llena de orgullo de los aprendices de cocina de la Asociación Manqa; la inauguración fotovoltaica de Oruro, la más alta del mundo, construida con la ayuda de la Agencia Francesa de Desarrollo; la firma de un acuerdo de adopciones internacionales, que permitirá devolverle la esperanza a numerosos niños bolivianos sin padres, y bueno, cada mañana la vista tan vertiginosa de las alturas de la ciudad de La Paz, y tantas otras bellas imágenes», recordó el embajador Gaillard.
Pero, también se refirió a los momentos difíciles que se vivieron en el país, durante las confrontaciones, «en vez de mirar juntos hacia el porvenir y este porvenir más seguro, que el pueblo de este país merece tanto por su valentía, por su tenacidad», refirió el diplomático, entre otras palabras.
Finalmente, agradeció a los amigos bolivianos por la calurosa acogida y a todos sus pares diplomáticos.
En representación del Gobierno boliviano, le expresó sus mejores deseos el vicecanciller Freddy Mamani.
