Apreciar lo que tienes es una característica distintiva de la felicidad y en particular de la gratitud.
Debemos apreciar lo que poseemos, antes de que sea demasiado tarde, todos necesitamos de todos; por ejemplo, el doctor necesita de pacientes y ellos necesitan de los doctores para recuperarse.
Así como querer no es lo mismo que amar, huir tampoco es lo mismo que irse. Huir implica abandonar una situación sin haber aprendido la enseñanza de esa situación dolorosa, ya que la huida por lo general se produce tras una experiencia traumática que no queremos afrontar.
Cuando una relación se termina, deberíamos irnos, pero sin odio. Así que en la medida que nos marchemos haciendo las paces con nosotros mismos y con el otro, habrá un aprendizaje, de otra manera repetiremos los mismos errores. Recuerda que aprendemos por discernimiento o sufrimiento.
El valorar y hacer los cambios en la vida es necesario. Desde cambiar una actitud o superar tus limitaciones. Es duro salir del confort, dejar las rutinas a las que te acostumbraste día a día, las que te hacen sentir una ficticia seguridad. Los cambios son vitales para avanzar y crear una nueva vida. Se valiente y camina hacia tu destino. El cambio para dejar de vivir una vida lineal es la mejor decisión.
Valora a la persona que estuvo en los malos momentos que pasaste, porque en los buenos lo está cualquiera.
Lic. Mariela Baldivieso Lema, Psicóloga Clínica.
Email: marielabaldiviesolema@gmail.com