jueves, septiembre 26, 2024
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Menores que buscan trabajo son involucrados

En pasado días se recordó el Día Nacional de Lucha Contra la Trata y Tráfico de Personas, cuando se dio a conocer que el 70 por ciento de las más de 200 víctimas de este ilícito corresponden a menores de edad. Muchos de ellos llegan a ser captados como consecuencia de la búsqueda de ofertas laborales tentadoras.
Muchas de las políticas públicas están dirigidas a los padres de familia, quienes deben involucrarse en las actividades que sus hijos e hijas realizan sobre todo en las redes sociales. Por las ofertas laborales o las posibilidades de conocer a nuevas personas, las redes sociales se convierten en un espacio propicio para la captación, transporte o traslado de víctimas, las cuales pueden ser destinadas a la explotación laboral, sexual, tráfico de órganos, entre otras actividades ilícitas.
Hasta los primeros cuatro meses de este año hubo 1.856 denuncias de trata y tráfico, de acuerdo con datos del propio Ejecutivo, De éstos se ha atendido ya más de 230 casos de trata y tráfico, y que fueron reportados a la Dirección Nacional de Trata y Tráfico de Personas, donde se establece que muchos de los involucrados son menores de edad.
Algunas campañas son aplicadas recientemente, como “Nuestros sueños viajan libres, seguros y protegidos”, mediante la cual se pretende aplicar diferentes procedimientos de control, sobre todo en las fronteras, donde las diferentes terminales registran las salidas de buses de país en país, de ciudad en ciudad. Pero toda política de prevención para combatir la Trata y Tráfico de personas, sobre todo de menores de edad, se la puede aplicar desde el núcleo familiar, donde los padres de familia deben estar en constante relación y comunicación con sus hijos e hijas, ante los riesgos de captación que pueden surgir, sobre todo cuando buscan que adolescentes ofrezcan sus servicios laborales.
En tres meses más, muchos de los adolescentes definirán si pasaron el año escolar o no y en este proceso, los padres de familia deben saber que perder el año no significa perder la vida. Pero en algunos casos los adolescentes pueden decidir huir de casa, aspecto que genera riesgos para su vida y sus derechos humanos, para pasar a ser víctimas vulnerables, tanto de la Trata y Tráfico de Personas como de delitos como prostitución, drogadicción, explotación laboral u otros. Y es que su fragilidad se encuentra al descubierto, al no haber tomado otra decisión que permita enfrentar un problema antes de huir y convertirse en víctimas de una serie de delitos.
Es ahora, antes de que huyan de la casa, que los padres de familia tienen que saber en qué situación se encuentran sus hijos e hijas en la formación escolar y si existe riesgo de pérdida de año. Si así fuera, deben hablar con ellos y prevenir su huida del hogar, para evitar mayores preocupaciones, aflicciones, noches de insomnio, días de búsqueda o denuncias sin respuestas.

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