Abundan en las redes sociales plataformas de entretenimiento digitales, películas referentes a la problemática de estar el día entero “pegado” al celular, chateando, etc.; conducta que puede generar una cierta incertidumbre, dudas, sospechas en la pareja, padres, tutores, inclusive celos. Sufrir celos de forma moderada es una respuesta emocional normal, pero sentirlos de manera exagerada y descontrolada lo convierte en algo patológico. Esto es señal de que a nivel psicológico hay algo que no va bien. Pero, ¿sabemos por qué sentimos celos?, ¿qué podemos hacer para superarlos?
Hablar de celos es referirnos a un sentimiento de temor a perder a la persona amada. Se ha demostrado que los celos, de forma controlada y en pequeñas dosis, pueden ayudarnos a potenciar la relación, pero cuando los celos son enfermizos nublan la razón de quien los padece. Lo común, lo más corriente en la pareja, es sentir celos cuando la mayoría de las veces las sospechas se basan en hechos infundados y el constante temor a ser abandonados o abandonadas les lleva a ejercer un continuo temor sobre la propia pareja, sin embargo, el mejor antídoto será la seguridad que se sienta entre ambos.
¿Por qué somos celosos? Diversos son los factores, veamos algunos: La falta de confianza en uno mismo: las personas inseguras muchas veces no se sienten merecedoras del amor de su pareja y esto los lleva a desconfiar de la sinceridad y cariño del otro. Siempre están pensando en que en cualquier momento su pareja puede conocer a alguien más atractivo o atractiva y tienen miedo a que descubra lo poco que vale en realidad. La duda se hace más relevante en aquellos casos donde ha existido infidelidad por alguien en quien confiaba.
Las personas que no tienen justificación alguna para ser celosos o celosas y ven o aprecian la duda de perder en algún momento a su pareja, como hemos señalado hace un instante suelen afectarse, inclusive enfermarse. Sus pensamientos resultan destructivos y hacen que el problema de los celos realmente se agrave. ¿Lo ideal? Sustituirlos por otros de seguridad y confianza que ayuden a frenarlos, ser objetivo y aprender a diferenciar lo que son hechos reales de lo que puede estar manipulando tu imaginación, entiéndase tomar verdadera conciencia del problema e intentar hacer algo al respecto.
Un elemento que puede “reducir” los celos es la tolerancia, dando espacio a su pareja, evitando ese impulso irrefrenable que te lleva a estar en todo momento controlando y preguntándole sobre lo que hace y con quién, que no “ceder”, lo único que va a conseguir es que se sienta cada vez más agobiada y atosigada. Inclusive ¿Por qué no confiar en algún amigo o amiga? Los consejos y puntos de vista de otras personas ayudan a analizar lo que nos ocurre de forma objetiva y a encontrar soluciones que tal vez no se nos habían ocurrido.
Hay quienes opinan que celar no es malo. De ser así, es posible que su pareja lo entienda como un sentimiento “de amor”, que usted es suyo y de nadie más. Lo que a veces podría suceder que “no encajasen”, los cuales podrían convertirse realmente en un “árbol de dudas”, el cual podría crecer, mermando con ello la relación en la pareja. En fin, si lográsemos aprender a controlar estos impulsos, los celos nos podrán ayudar realmente a apreciar y valorar a la persona que tenemos al lado.
¿Está de acuerdo conmigo? Una sugerencia, ¡pídale a su pareja la contraseña de su celular y salga de dudas!
El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas, con postgrados en Educación Superior.