Pensar en estrategias para incluir más mujeres en el mercado laboral es un placer para mí. No sólo por ser mujer, madre de una niña o por ocupar un puesto de liderazgo en un sector, como el de logística y producción, que tradicionalmente ha sido manejado por hombres. Vivimos en un contexto en el que la disparidad de género en el ámbito del trabajo está latente y debe ser abordada por el ecosistema empresarial.
Según el informe ‘Trabajar y ser mujer en Bolivia’ (2020), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la brecha de participación en el mercado laboral entre hombres y mujeres es de 26% a favor de los hombres, además que el desempleo femenino del área urbana es del 6%, duplicando al registro de los varones que es de 3,2%.
Ante este panorama, los líderes empresariales y ejecutivos debemos tener conciencia sobre el sistema laboral imperante y tomar medidas para mejorar esta situación. Es por ello que, apelando a lo aprendido en mi vida profesional, comparto una fórmula para lograr mayor equilibrio entre hombres y mujeres.
En primer lugar, debemos romper con los prejuicios sobre capacidades y género. Las mujeres son tan capaces como los varones y es importante que las compañías comiencen a brindar entrenamientos, para ayudar al equipo a identificar oportunidades que generen mayor inclusión y diversidad. En nuestra empresa, cada año y en todas las filiales del mundo, tenemos una semana para hablar exclusivamente de temáticas de igualdad de género y cómo nuestra cultura organizacional puede mejorar el desarrollo profesional de nuestros colaboradores.
Un segundo punto es que las empresas deben promover políticas concretas de contratación, para aumentar la representación femenina entre los colaboradores. Puede servir de ejemplo lo realizado en nuestra compañía con el programa Women Proactive Sourcing, el cual se implementó en algunos países de Latinoamérica y, desde el 2019, realiza convocatorias para buscar candidatas aptas para las áreas comerciales y de operaciones, con el objetivo de crear un banco de talentos femeninos. Esto permitió una contratación cuatro veces mayor de mujeres en nuestro sector de Supply Chain, lo que demuestra que pequeñas acciones pueden aportar grandes resultados.
Una mayor contratación de mujeres no sería suficiente, si no la acompañamos con políticas de capacitación para lograr la denominada “división del conocimiento”. Y es que es importante explorar el potencial de nuestro equipo, tanto de mujeres, como hombres. Por ello, es importante que las empresas inviertan en entrenamientos y capacitaciones continuas en torno a temas relacionados con la compañía. El objetivo es que los colaboradores aprovechen estos recursos, incentivar su desarrollo profesional y reforzar sus habilidades de liderazgo, para que estén listos para afrontar la dirección de un grupo humano.
La inclusión de más mujeres depende de acciones consistentes, y si aplicamos estrategias como las descritas anteriormente, los beneficios se ven multiplicados. Por ello, es importante que invirtamos más en este tipo de fórmulas para lograr un mejor rumbo hacia la equidad y conquistemos un ambiente de trabajo más diverso, inclusivo e igualitario para todos.
Sobre Kimberly-Clark
Kimberly-Clark (NYSE:KMB) y sus marcas de confianza son una parte indispensable de la vida para las personas en más de 175 países. Impulsados por el ingenio, la creatividad y la comprensión de las necesidades más esenciales de las personas, creamos productos que ayudan a las personas a experimentar más de lo que es importante para ellas. Nuestra cartera de marcas, incluyendo Huggies®, Kleenex®, Scott, ® Kotex® y Plenitud® ocupan el 1er Lugar o 2o lugar compartido en 80 países. Usamos prácticas sostenibles que apoyan un planeta saludable, construyen comunidades más fuertes y aseguran que nuestro negocio prospere en las próximas décadas. Para mantenerse al día con las últimas noticias y conocer casi 150 años de historia de innovación de la compañía, visite kimberly-clark.com/es.
Joelma Gouveia, VP de Supply Chain en Kimberly-Clark América Latina.