El paro convocado por el sector cívico a nivel nacional, se caracterizó por los amagues de enfrentamiento y denuncias de agresiones, por parte de la Policía y grupos afines al Movimiento al Socialismo (MAS) en contra de parlamentarios de la oposición que participaron de la protesta ciudadana.
En la última jornada fueron denunciadas varias agresiones a ciudadanos que acataron el paro nacional en forma pacífica; asimismo legisladores de la oposición denunciaron que grupos violentos conformados por funcionarios públicos en coordinación con la Policía amedrentaron a la población en distintos puntos del país.
Mediante redes sociales, el diputado Marcelo Pedrazas (CC) señaló que funcionarios de distintos ministerios conformaron grupos, dejando de lado sus funciones en reparticiones Estatales para agredir a la población.
Para el senador Henry Montero (Creemos) estas actitudes no fueron suficientes para intimidar a la población que salió a las calles, en rechazo de normas que atentan contra sus actividades y su patrimonio.
“Ni con grupos de choque, policías, gases y represión, el régimen del MAS se podrá imponer la ley antilegitimación que atenta los derechos de los trabajadores, gremialistas, transportistas, emprendedores, profesionales, activistas y políticos”, dijo.
Lo preocupante de la jornada se registró cuando los grupos desplegados para levantar los bloqueos, llegaron en vehículos hasta los puntos de bloqueo para emitir amenazas y en algunos casos ejercer violencia física contra los parlamentarios de la oposición, quienes participaban de las movilizaciones, denunció el diputado Alejandro Reyes (CC).
Uno de estos casos se presentó en la ciudad de Tarija, cuando la parlamentaria de oposición, Luciana Campero, informó que fue víctima de agresiones físicas ante la inacción de efectivos policiales que se encontraban en el lugar.
“Acabo de ser agredida junto a Adrián Vega por una horda masista; en el puente San Martín me pegaron, jalonearon, escupieron, me apalearon y insultaron. Pero la libertad no se vende ni posterga (…); treinta policías se encontraban en el lugar de espectadores sin mover un dedo”, denunció Campero.
El expresidente Carlos Mesa, reprochó estas actitudes e informó que los diputados Luciana Campero, María Elena Reque, José Ormachea, Beto Astorga, Miguel Roca y Adrián Vega, fueron agredidos por policías y grupos de choque oficialistas. “Mi solidaridad con ellos y mi repudio al autoritarismo, y la violencia”, expresó.
En la evaluación de la medida de presión, representantes de oposición y oficialismo discreparon sobre la contundencia del paro. Por un lado, se destaca la convocatoria a la población y el apoyo por parte de sectores, como indicó la senadora Centa Rek. “Bolivia, disciplinada jornada de paro. No se necesitó bloquear porque los ciudadanos acataron la medida, conscientes de que las leyes por las que protestamos deben ser anuladas” manifestó.
Por su parte, oficialistas cuestionaron la medida y minimizaron la convocatoria del movimiento cívico nacional señalando que fue un paro parcial y que solo respondían a intereses de la derecha.
“Esta es la democracia y libertad que pregonan los supuestos cívicos y la derecha boliviana, siempre sobreponiendo primero sus intereses personales, grupales y políticos, esto se corrobora en las elecciones generales, cuando siempre pierden”, señaló el presidente del senado Andrónico Rodríguez.