Ahorrar agua y usar alcohol

Debido al virus que se originó en la China, los problemas y preocupaciones para todos no cesan, ya que en estos días se habla con insistencia de la “cuarta ola” que, afirman quienes dicen ser “conocedores” del tema, prácticamente se halla ya entre nosotros para pesar generalizado, algo que sin embargo parece que a bastante gente no le interesa, pues decididamente no quiere ser vacunada, por una serie de argumentos que van desde lo religioso, “principios” y desconfianza, ya que supuestamente “recibir las dosis correspondientes formaría parte de un tenebroso plan orquestado en las sombras por multimillonarios mundiales, con el afán de reducir una buena parte de la población del planeta, pues al paso que va la humanidad los alimentos, agua, entre otros, ya no alcanzarían para todos”.
Se dice y habla incluso de aspectos incongruentes, lindantes con la fantasía, lo que origina mayor desconfianza e incertidumbre, a pesar de las explicaciones y aclaraciones de connotados médicos del campo internacional, entre ellos un boliviano que desde fuera del país orienta adecuadamente, mediante el Decano de la Prensa Nacional con sus “Perlas científicas en covid-19”. El Dr. Armin A. Quispe Cornejo, acompañado de sus prestigiosos colegas de otros países, y en constante revisión de las últimas publicaciones mundiales del campo de la salud, pone en conocimiento de todos los últimos avances contra el coronavirus.
Pese a ese despliegue suman y siguen los escépticos. Mientras, no se pudo advertir campañas de información y orientación profundas sobre la importancia de vacunarse contra el virus, las características de las distintas vacunas, y los beneficios que reporta el recibir las dosis, labor que tiene que estar a cargo de las autoridades sanitarias nacionales y departamentales. Pero, con decir que alguno que otro alto mando gubernamental no se hizo inocular alguna vacuna, eso sí corre como reguero de pólvora, frenando la vacunación que debiera ser masiva.
Más allá de estas consideraciones, parece un contrasentido aquello de ahorrar y no desperdiciar el vital líquido elemento, pues por un lado exhortan a “lavarse las manos en forma constante al menos durante veinte segundos” con el fin de prevenir cualquier contagio, y por el otro se habla de sequías que vendrán y se hace menester “no gastar agua”. Eso sí, hay que echar mano del alcohol en cualquiera de sus formas, pero la pregunta es ¿quién ayuda para solventar ese alto gasto económico que ello implica?, eso sin contar la compra de barbijos y otros elementos de bioseguridad. Pues bien, los benditos chinos son los responsables y debieran indemnizar a la población y al país, sostienen varios ciudadanos. Entretanto, se advierte que la pandemia continúa siendo el azote del mundo, y también de la población boliviana en general, y sobre todo de los sectores más golpeados por todo lo que sucede en la Patria. Como para exclamar: “sobre lo mojado, llovido”.