“Volar como las aves es el sueño más antiguo del ser humano”: una frase muy presente en Marco Aruquipa, múltiple campeón y emprendedor del Parapuerto Illimani, el más alto a nivel mundial para la práctica del parapente.
El equipo listo y las mejores condiciones de vuelo en uno de los territorios más “cerca del cielo” que hay en el planeta. El Parapuerto Illimani apunta a reactivar el deporte del parapente en el país; además de potenciar el turismo en el país.
Ubicado en la comunidad de Yanari Alto del Municipio de Mecapaca, siendo la única estación terrena en Bolivia diseñada para la práctica segura del Parapente, cuenta con condiciones particulares: Casi 4.000 metros sobre el nivel del mar; una inclinación de 15 grados para el despegue y 1.300 metros de altura para el vuelo; además de contar con espacios de descanso, césped sintético para el despegue seguro del parapente y la vista del paisaje paceño.
“Lo primero fue encontrar el mejor sitio para poder llevar a cabo este proyecto. Hay mucho paisaje, alta montaña. En la segunda fase instalamos el servicio de refugio, un lugar para descansar; en esta última parte pusimos el césped sintético, para que el parapente no sufra obstáculos”, explicó Aruquipa a Deportes El Diario.
El parapente es una práctica con principios aeronáuticos para la aventura. Cuenta con dimensiones alares similares a aviones, cuyas características permiten al piloto maniobrar en el aire. Es un deporte cuya popularidad va creciendo a nivel mundial.
“Cuando uno llega al parapuerto siente que está en su casa de campo. Cuando visitamos la montaña siempre nos sentimos extraños, pero acá nos sentimos en familia: tú casa es mi casa”, indicó Aruquipa.
La inauguración oficial de este emprendimiento está fijada para finales de noviembre, donde se esperan la presencia de autoridades deportivas y municipales. A futuro se aguardan competencias internacionales, además de trekking, escalada y biking.
“De acá a dos semanas se hará un taller API para los pilotos de Bolivia. Vendrán pilotos de México y del exterior. Quiero realizar una invitación, llevo muchos años en el parapente. La primera ilusión que tengo al sentirme libre de la gravedad es compartir con los seres queridos. Volar como las aves es el sueño más antiguo del ser humano. Quedan invitados a compartir este sueño, es volver a nacer, lo mejor de la vida está detrás del miedo”, finalizó Aruquipa.
Actualmente Parapente Illimani ofrece servicios de vuelo, además de paquetes turísticos. Cuentan con profesionales en el área, además de recuerdos de video y fotografía para los visitantes a este parapuerto.
SE SIENTE LA ADRENALINA
Cada visitante muestra su satisfacción por el vuelo que realizó en el Parapente Illimani. Más de 15 minutos de vuelo certifican una experiencia sinigual. Desde colocarse la mochila, prepararse para despegar y saltar en el abismo notan un sinfín de emociones a flor de piel. La visualización del paisaje, las montañas, la vista al illimani, el valle del sur paceño y las nubes; todo en combinación de la naturaleza, dan muestra que el Parapente Illimani se encuentra en el mejor sitio para la práctica de esta actividad. Según explicó Aruquipa: “es como volar la primera vez; siempre terminas naciendo otra vez. Hasta la gente cuenta que ve a sus seres queridos que partieron de este mundo, con lágrimas de alegría”.
ERWIN QUISPE PERCA
