Es importante conocer que la demasía de tareas educativas afecta la sociabilización con la familia, el ejercicio físico, actividades al aire libre y el sueño, por tanto, los niños al tener que realizar, en exceso, actividades escolares, quedan sin espacios para poner a prueba otras habilidades y conocimientos. El exceso de actividades escolares genera estrés, uno de los factores que afectan el desenvolvimiento de los niños en las diferentes actividades cotidianas. Muchos de ellos pasan clases con la modalidad a distancia, estando horas frente a su computadora, celular, aparte deben hacer actividades complementarias dadas por sus maestros, lo cual les causa mucho estrés.
Para muchos niños y, por qué no decirlo, padres y madres de familia, el apoyo de las herramientas tecnológicas se ha convertido en un desastre, por la carga de trabajo a los menores. Cuando los niños hacen la tarea para cumplir, para llenar la hoja, no porque tengan la satisfacción de aprender, este aprendizaje no es muy significativo.
Pero pareciera que a muchos maestros lo único que les importa es abarcar la totalidad de sus contenidos de su área o año de escolaridad, sin importar qué tanto aprendieron sus niños. Y más allá de los maestros, pareciera que a las autoridades educativas solo les importan las estadísticas y las cifras que presentan a las autoridades superiores. Olvidan lo que realmente importa, en este caso el desarrollo integral de los niños.
Si observamos a nuestro alrededor, podremos encontrar a muchos de nuestros niños frustrados, estresados y sin interés por el aprendizaje en casa, porque desde una perspectiva muy social están cumpliendo la meta de estudiar, aunque esto se convierta en una mentira. Observamos que el aprendizaje en casa es un mero espectáculo para que los líderes políticos y los políticos de turno digan finalmente que cumplieron con programas de estudio y que los escolares estuvieron aprendiendo, aunque la realidad sea otra.
Después de casi dos años pasando clases con modalidad a distancia, podemos observar que a muchos niños, lejos de beneficiarles la estrategia que se está implementando, les está generando estrés y frustración porque por más que nos esforzamos y tratamos de avanzar, hay muchas dudas que se están quedando.
Si de forma natural, cuando estamos en clases de aula, si quedan las dudas se las hace llegar al maestro y en ocasiones sus mismos compañeros de clase son quienes las aclaran. Ahora, cómo estaremos quedando, ya que ni siquiera podemos tener contacto con los compañeros de aula. Queda que cada maestro reflexione y pueda colaborar a los niños en estos tiempos difíciles por la pandemia. Por otro lado, no digo que se deba dejar actividades escolares, pero sí que deberían medirlas. Al encargar tareas para un área de conocimiento, tomen en cuenta que son varias en un año de escolaridad y cada una genera diferente nivel de interés.
Con estas experiencias adquiridas se ayuda a fortalecer los conocimientos en los maestros y a la vez no caer en los mismos errores de pedir numerosas actividades escolares a los niños, ya que es necesario que todos los maestros, padres y madres de familia ayuden a los niños o los motiven para que ellos ejecuten sus tareas de una manera muy agradable, recreativa y se sientan el gusto por aprender sus actividades escolares.
El exceso de tareas no implica asimilarlas, comprenderlas. Por todo ello, lejos de dejarnos aprendizaje, nos estarán dejando frustración y un montón de ideas erróneas en la cabeza de cada niño, lo que después será un gran problema.
¿El exceso de tareas hace que el niño aprenda más?
- Advertisment -