La expresidenta del Estado, Jeanine Añez Chávez, señaló ayer que la Fiscalía no presentó ninguna prueba contra ella por los delitos por los que la acusan y por los cuales permanece por más de nueve meses encarcelada de manera preventiva. Además, dijo que es una presa política del gobierno de Luis Arce y que llevará su caso a instancias internacionales.
“Soy acusada por terrorismo, sedición y conspiración, delitos que todo el pueblo boliviano sabe que no cometí y que la Fiscalía no ha aportado ni una sola prueba para sostenerlo y no podrá hacerlo porque no existen, porque este es un juicio político. Yo soy una presa política”, dijo en un vídeo, publicado en redes sociales, durante su audiencia de medidas cautelares.
Agregó que se siente “amenazada y amedrentada” y le echó la responsabilidad al gobierno de Arce si le llegase a suceder algo.
«Yo soy una presa política y estoy en total indefensión porque en los juicios políticos, lo jurídico no tiene ningún valor. (…) Todas estas situaciones han desmejorado mi salud, que hasta ahora no puedo recuperar. Me siento amenazada y me siento amedrentada. Vuelvo a reiterar que cualquier cosa que a mí me suceda es responsabilidad de este régimen de Arce Catacora», acotó.
Dijo que esos “atropellos” serán denunciados en su momento ante instancias internacionales.
“Tengo la esperanza que allá (instancias internacionales) se me hará justicia, pero también tengo mucha fe en la justicia divina, esa no tiene partido ni color político”, manifestó la exmandataria.
En la audiencia, la exmandataria buscaba su libertad por el caso denominado “golpe de Estado I”, en instancia de apelación, sin embargo, la Sala Cuarta Penal le denegó su solicitud.
Añez está detenida de manera preventiva desde marzo de 2021, acusada por los presuntos delitos de sedición, terrorismo y conspiración dentro del caso denominado “golpe de Estado”, acusación que fue presentada por la exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Lidia Patty, luego de los conflictos políticos-sociales de 2019.
Calificó su detención en marzo como “un secuestro” y argumentó que no había sido citada por la Fiscalía.
“No es suficiente para el Gobierno tenerme secuestrada por más de nueve meses, no fue suficiente haber montado semejante operativo, cuando ni siquiera había sido citada para ir a la Fiscalía y ahora se argumenta de manera recurrente que yo estaba queriendo huyendo del país”, aseveró la exmandataria.