Bailes de fantasmas; pero, ¿al son de qué música?

Cuesta mucho creer que en nuestro país surgen, de tanto en tanto, grupos de fantasmas que saben bailar en todos los sones y conocen todos los pasos; algunos lo hacen tan bien, que escuchan el “bis” de los que reclaman repetición o, mejor, que otros bailen las diversas danzas. Se trata de grupos o comparsas de “fantasmas bailadores” organizados en diversas dependencias de la administración pública y lo hacen sin apelativo alguno, simplemente se los conoce por “policías fantasmas”, “maestros fantasmas” y otros; desde hacen pocos meses están en escenario “fantasmas municipales de Santa Cruz” que, organizados y dirigidos por ex alcaldes y altos funcionarios, se las saben todas, bailan de todo y para todos; lo hacen tan bien que dan lugar a que en las listas aparezcan nuevos protagonistas y cada uno relata o narra o cuenta diferentes cuentos porque “hay que ponerle buena letra a la buena música” que cuesta, muchos millones de dólares. Lo cómico de todo esto es que “nadie se había dado cuenta” y danzaron los millones de bolivianos convertidos en “verdes” que han hecho felices a muchos. En estos días danzan fiscales, jueces y otros funcionarios que quieren danzar y ver qué pasa…
La corrupción data en nuestro país desde hace mucho tiempo y son múltiples los autores y protagonistas donde han danzado muchos millones de bolivianos y dólares pero, nadie dice ni hace nada, pero se anuncian hechos de corrupción a granel…maestros, policías, empleados de toda categoría que sin usar careta y aunque no hayan músicos que toquen alguna tonada, bailan de lo lindo…se divierten hasta nomás y, además, lo hacen bajo la seguridad de que “nadie descubrirá lo ocurrido y, si pasa, surge el hoy por ti y mañana por mí… Total, se trata de dinero que otros ladrones se encargarán de reponerlo y para ello no hay más que esperar con paciencia para luego decir: «Que viva la Pepa…a farrear y bailar, viajar y divertirse, gastar tanto cuanto se pueda y, luego, muy poquito después, mostrarse libre, risueño y hermoso porque nadie sabe nada y nadie hará nada».
El drama, acompañado de baile y jolgorios, terminó y sigue el baile de fantasmas que luego será reemplazado por otro que lo haga mejor.
Y surge siempre en el inocente pueblo, la pregunta: ¿Y qué hace y dice el gobierno? ¿Es que todo pasará sin consecuencias? El pueblo, sabio en conocimientos y en sospechas, se explica: Seguramente están bien mimetizados en el propio gobierno los que saben de los fantasmas y, tal vez, simplemente esperan su parte.
El caso Santa Cruz no es el único porque son incontables los muchos fantasmas habidos que “bailaron y aprovecharon muy bien”. Ahora se esperan declaraciones, aclaraciones, interrogantes y nuevos actores. Fiscales y jueces, pacientemente, esperan y se verá hasta cuándo… Entretanto, ¿dónde están los autores? Fuera del país algunos y otros, ¿campeando inocencia en nuestro país?, poco o nada se dice.
La pretensión de esta nota era la seriedad; pero, bailan tan bien los últimos fantasmas al son de música que tocan tan bien “músicos” que ya conocieron otros casos, que nadie se desespera y solo espera a otros danzarines… Y así, tratamos de ser serios y tornamos a la jocosidad.
Habrá que esperar qué dice y hace el Gobierno con este último caso de “fantasmas”; pero, que no se repita lo de siempre: Pasó todo y nadie se acuerda de nada, porque, parecería que se trató de algún sueño que…todos querrían soñar.