viernes, diciembre 27, 2024
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Daniel Averanga Montiel

Nuestro invitado de lujo hoy en Cvltvral es uno de los escritores con más proyección de nuestro medio actualmente; ganador del premio “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, Daniel es un antologador importantísimo de nuestro medio y en esta exclusiva nos cuenta más de él… Sean todos bienvenidos al show.

¿Qué frase literaria te identifica?
Me viene a la mente una frase de Richard Matheson de su novela “Soy leyenda”, que resume mi perspectiva del mundo: “La normalidad es un concepto mayoritario. Norma de muchos, no de un solo hombre”.

¿Cuál consideras que es el mayor atributo que un escritor debe tener?
El mayor atributo que debe tener una persona que se considera escritor es la paciencia, no al mundo ni al tiempo, sino a sí mismo, a controlar sus impulsos por retratar el mundo, porque sin paciencia, cualquier artista, no solo el escritor, fracasaría ante la idea de producir algo realmente bueno o al menos rescatable.

¿En qué momento las letras llegan a tu vida?
A los siete años mi padre me leyó “Maese Pérez el organista” y “El monte de las ánimas” de Gustavo Adolfo Bécquer y un pasaje truculento de “Los miserables” de Victor Hugo, cuando la luz se fue después de una tormenta, a eso de las siete y media de la noche; encendió tres velas al pie de la cama que compartía con mi hermano mayor y nos leyó aquellos cuentos y ese fragmento de cuando Jean Valjean queda enterrado en vida por algunas horas. Nunca antes había sentido tanto miedo como esa noche.

¿Cuál fue el primer libro que te cautivó y, en cierta medida, te influyó para seguir la vía literaria?
Fue a los ocho años, cuando terminé de leer “Marianela”, novela de Benito Pérez Galdós que me rompió el corazón; recuerdo muy bien ese viernes de hace 31 años. Me había enamorado de la protagonista, una adolescente maltratada por el mundo, y al ver lo que le sucedió al final, me sentí dañado hondamente. Ninguna mujer me maltrató el corazón como ella, quien, al ser un personaje ficticio basado ligeramente en una persona real, me enseñó de empatía mucho más que mis profesores o mis propios padres. En ese momento descubrí que, si una ficción me había hecho llorar, también otros libros podían provocarme miedo o risa. Ahí se me activó el descubrimiento más grande de mi vida: es posible crear este tipo de cosas y vivir de ello. Luego de “Marianela”, comencé a hacer historietas en las que mataba a mis profesores en accidentes bastante curiosos, y al lograr vender fotocopias de esas historietas a mis compañeros, mi desconcierto al comprobar que aquel primer descubrimiento era real, avivó un fuego creativo que hasta ahora me sorprende.

¿Y cuáles son los grandes escritores que han influido en tu estilo al momento de escribir?
Oscar Cerruto, Ray Bradbury, Horacio Quiroga, Mary Shelley, Giovanni Guareschi y H. P. Lovecraft. Todos fascinantes.

No es una novedad para nadie, pero así es nuestra realidad. ¿Por qué consideras que es tan difícil aspirar a vivir del arte en nuestro medio?
Porque decides esto tú solo, sin hacerle caso a los que dicen que desperdiciarás tu vida, incluso sintiendo que andarás por un camino solitario y lo haces, no es novedad que encontrarás gente que se te reirá en la cara; nadie te cree, nadie; estás frente al mundo, solo ante la ilusión de que algún día te ganarás el pan con lo que amas. Sé que suena a esos vendehúmos que hacen coaching motivacional, pero es difícil seguir tus sueños y esperar que el mundo te diga: “Bien, dale con gusto, te creo, lo harás bien”. Recuerdo las peleas de mi padre para que yo dejara de leer y escribir y estudiara algo técnico, o al menos que sea licenciado en algo… Mis parientes (del lado paterno) son puro trabajadores técnicos, algún que otro abogado y personas nobles en su mayoría, así que comprendo que ellos, porque me querían, me insistían en que dejara esas ínfulas a un lado. Así que equilibré todo para salir adelante, trabajé limpiando pisos, siendo educador de chicos de la calle, el de los mandados en un centro comercial, ayudante de tapicería, de carpintería, de todo…y me moví luego haciendo talleres de orientación vocacional, hasta que comencé a publicar mis primeros libros.

¿Cuántas publicaciones llevas en tu haber?
Compilé cuatro antologías de cuento en donde socializo a varios colegas escritores, tres novelas (dos de las cuales ganaron el premio Marcelo Quiroga Santa Cruz y una que es parte de una saga que recién continuará en 2022 con su segunda parte) y un libro de cuentos de terror que contiene dos menciones de honor.

Tu libro “La Puerta” es uno de los más mencionados cuando se habla sobre tu arte. ¿Es tu favorito?
Yo le tengo mucho cariño a “La puerta”, si eso es decir que fue mi favorita, puede ser así; la escribí en tres semanas, pero la anduve corrigiendo durante siete años hasta enviarla al Premio Marcelo Quiroga Santa Cruz; en ese tiempo no creía que iba a publicar nada más que mis antologías de cuento, así que le metí todo lo que sé del género de terror: tiene referencias a Lovecraft, King, Stoker, Shelley y Bradbury. Sufrí mucho corrigiéndola, dándole todo de mí. Mi fe, mi confianza y, sobre todo, mi paciencia, dieron frutos, pero creo que también fue cosa de suerte: difícilmente se premia una novela de terror en concursos literarios. Será que los jurados no toman muy en serio el género.

¿En qué sentido consideras que has evolucionado como escritor con el pasar de tus publicaciones?
No hay otro camino, es eso o poner pretextos para justificar tu falta de disciplina. Yo vivo de esto, necesito evolucionar de alguna manera, porque de lo contrario, seré más indiferente de lo que soy ahora para ciertos círculos literarios que creen saber qué le gusta a la gente en materia de ficción.

¿Cuál es el género literario que más disfrutas a la hora de crear?
En cuanto a forma, me gusta el cuento y la novela; en cuanto a argumentos, el terror y la ciencia ficción.
Redondeando la anterior pregunta, ¿en qué género que no has incursionado te gustaría ahondar?
Me gustaría incursionar en la novela realista, en mi cabeza ronda la idea de una novela sobre una familia alteña que va creciendo a la par que la misma ciudad de El Alto.

¿Qué proyectos tienes entre manos para este 2022 que inicia?
Una inmensa compilación de cuento titulada “Jolgorio boliviano” que reúne a muchos autores de nuestro país, dos libros de cuento y una novela que es la continuación de “Emma y los cuadernos de investigación”.

Checklist:

3 libros inolvidables:
“Opiniones de un payaso” de Heinrich Böll.
“Los miserables” de Victor Hugo.
“Acorralado” de David Morrell.

3 artistas para disfrutar toda la vida:
Idea Vilariño y sus poemas.
Santiago Caruso y sus ilustraciones.
Philip Glass y su música.

3 escritores que más admiras:
Luciano Lamberti por su maestría.
Günter Grass por su sinceridad.
Heinrich Böll por su objetividad.

3 cosas esenciales en la vida:
Tiempo, para hacer lo que uno pueda.
Amor por mis hijos, para dejar buenas
personas al mundo.
Escarmentar hipócritas, porque eso es muy divertido.

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