lunes, septiembre 2, 2024
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El “proceso de cambio” y su fracaso real

Hace unos treinta años, varios partidos que se llaman de izquierda ofrecieron el “cambio” en caso de que llegaran al Gobierno. Ese ofrecimiento fue creído por la población votante y esperó que se realice, como panacea para todos los problemas.
Pero han pasado los años y la ciudadanía observa que el proceso de cambio no se ha producido y que todo sigue igual. La oferta se ha convertido en una palabra vacía, aunque sus autores tratan de hacerla revivir para obtener el cambio esperado. Pero hay que preguntarse ¿por qué fracasó ese ofrecimiento? La respuesta es porque simplemente fue una oferta abstracta, ambigua y nada concreto ofrecía, es decir, en forma objetiva.
Por ejemplo, no existe el árbol abstracto que se presenta ante el individuo, ya que no existe en la realidad, es un término inventado, es intocable. Efectivamente, el árbol abstracto no existe en forma objetiva, se refiere a todos los árboles del mundo. No es un árbol concreto que se lo puede palpar como, por ejemplo, el árbol de durazno.
Al respecto, el llamado cambio que ofreció el MAS nunca existió ni existirá porque se trata de una oferta imaginaria, abstracta y no se sabe de qué clase de qué cambio se trata, si es el cambio de dieta, el cambio de primera a segunda en un automóvil, el cambio de camiseta y así una forma infinita de cambios. En síntesis, en verdad, no son reales las consignas abstractas como economía, democracia, progreso, política, paz, amor, etc. Solo existen los términos concretos, como concordia, diálogo.
Entonces, aquí nos encontramos con que el “cambio” que ofreció el MAS, fue un cambio abstracto, de algo que no existe porque, al final, todo sigue igual. Ofreció en abstracto cambiar al país, pero nada cambió en absoluto, ni en el fondo ni en la forma. Seguimos igual nomás, aunque, sí, la oferta demagógica cambió la vida de algunos que se volvieron nuevos ricos e insisten en el “proceso de cambio” que nada cambia.
Por ese motivo los geniales inventores del “cambio” ambiguo ahora proclaman de nuevo su oferta, pese a que están conscientes de que su idea metafísica no se cumplió ni en lo mínimo y tampoco están en condiciones de ofrecer un cambio concreto. La política actual del MAS y todos los partidos políticos actuales gira en torno a puntos genéricos y no hacen alguna oferta de solución específica, como para los problemas de la tierra, la producción, la minería, el régimen económico, etc., pues, están gozando de las delicias de las abstracciones y generalidades a que tienen acostumbrados a los ciudadanos.

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