martes, septiembre 3, 2024
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Torrentes de cambio para remover la conciencia social y política

Parte II

En la convivencia cada ser encuentra razones para el bien común en medio de toda diferencia humana. Estamos en épocas donde se han provocado nuevas corrientes sociales, estamos viviendo cambios de valores, pero no obstante no se pueden relevar aquellas normativas sociales que han dado preponderancia a las relaciones entre los hombres, a la preservación del medio y todo lo que tiene que ver con el hombre como ser social.
Estamos viviendo la nueva era de la comunicación donde lo digital aflora en medio de redes sociales distorsionantes de la verdad con sus confusas expresiones que desencadenan en transgresiones humanas y a esta era se suma el estado con la distorsión de la verdad y se basa en la forma como no se socializan muchas gestiones públicas, muchos planes de desarrollo y muchos actos que debe ser del conocimiento de la sociedad, que se vienen a conocer gota a gota.
La civilidad conecta al hombre consigo mismo, con su ambiente, con sus formas de vida, con su cultura propia para ejercitar convivencia que le permita una vida agradable, sana integralmente y llena de sentimientos de paz. La civilidad es una forma social y política para que entre toda la comunidad se integren soluciones a los problemas propios de una ciudad que un estado no cumple con el mandato de hacer respetar la vida, honra y bienes de sus ciudadanos, Eso es una violación al estado de derecho que implica el ejercicio de sanciones penales y administrativas.
En esta época globalizante importadora de culturas urge que la civilidad sea una esencia viva para resistir la importación de lo que no se adecue a nuestra sociedad. Quien lo creyera, pero la civilidad es un componente de la paz pues hace que las relaciones estén alimentadas por el respeto que une en medio de las diferencias humanas, en medio del neoliberalismo toxico y otras formas desobligantes que atacan la comunidad en especial la más débil.
La civilidad como principio, como formación cultural y conquista debe ser una obligación para un obrar orientado a hacer un mundo mejor, de mayor entendimiento entre los hombres. La convivencia social no tiene nada que ver con la actitud primaria que ejercen personas que reaccionan con violencia, que reaccionan con aires de imponencia por sus dotes económicos, por sus posiciones sociales o profesionales, o por sus rangos, o porque unas viven un sentir de menosprecio o inferioridad. En todos estos estilos humanos se descuida el alma de la convivencia social, el alma del trato humano, el alma de la hidalguía de ser persona, el alma de interrelacionar socialmente el alma de la igualdad que nos da la creación y se extiende ante los hombres por aquello de la democracia y las leyes.
La civilidad es un remover la conciencia para que se revivan los principios de integración consolidando comportamientos de urbanidad social que va desde tener una ciudad limpia. Calles aseadas, uso respetuoso y ordenado de los ser vicios públicos, atención en las normas de tránsito, respeto por las filas para hacer diligencias, mantenimiento del medio ambiente natural, conservación de los parques comunales, conservación de avisos públicos, no obstaculizar andenes y vías, conservar los frentes de las residencias y jardines comunales, no botar basuras en ningún espacio público salvo los destinados para ello.

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