jueves, julio 25, 2024
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Patricia García expresa el arte en toda forma

Por: Susana Gutiérrez

 

Las artes escénicas en Bolivia se debaten permanentemente entre el esfuerzo y el aplauso. Por eso, más de cinco lustros de actividad respaldan los conceptos de alguien que, con certeza, conoce a la perfección ese camino en nuestro país. Ella es Patricia García, quien lucha de forma permanente entre su amor por el arte y el poco respaldo que tiene esta actividad, ya sea por parte del Estado o la empresa privada. Pero, su pasión por la actuación avala su esfuerzo, que conlleva el desafío de mejorar, cada día, cada mes, cada año.

 

Cuál es el camino recorrido a lo largo de más de 25 años de carrera artística

En agosto de 2020 fueron mis 25 años de carrera, el aniversario, e hicimos un evento que incluía la obra de teatro Still Medea que, por motivos de la pandemia, etc., acabaron realmente mostrándose en el lapso de ese aniversario, hasta agosto de 2021.

Pasó ese momento y ahora continúo en carrera, no va a haber otro aniversario hasta los 50 (risas). Pero ha sido para mí un momento muy importante, porque además coincidía con la pandemia, y  ha sido un ver que con pandemia, sin pandemia con todo lo que me ha ido pasando a lo largo de la vida, mi carrera artística ha continuado con todas las dificultades que podría haber por medio, la carrera artística ha fluido por sí sola.

Primero, es un camino como muy grande, son 25 años, que suena a muchos años, pero en recuerdos y en cosas que he realizado supera todos esos años, o sea en este tiempo hay múltiples cosas que me han sucedido como actriz, como educadora, que se ha fortalecido muchísimo, y también como directora, ya con una mirada más hacia el arte que es mi mirada personal, porque como actriz siempre estás en el proyecto de otros, en cambio, de esta manera ya son mis proyectos.

Mi mirada al arte incluye la música, la pintura, la danza y las otras artes que han transcurrido a lo largo de mi carrera. He trabajado en grupos de música, he cantado, he bailado, he expresado el arte de todas las maneras posibles en estos años. Además, paralelamente, una vía que siempre la ponía en segundo plano, que fue la audiovisual y que, después, me llevó al cine y después, sin querer, estaba en proyectos muy, muy grandes de cine también. Es como que todas las ramas se han ido abriendo. Siento que ha sido una especie de árbol que se ha armado desde una raíz, de mucha curiosidad y mucha búsqueda.

Si tengo que hacer un recorrido en cosas que me han apuntalado, son muchas, pero obviamente, el trabajo fuera del país, cuando he viajado a la Argentina, cuando he trabajado en Francia, aquí experiencias tan fuertes como en Sucre el teatro Los Andes o Cochabamba el Kikin Teatro, después el trabajo paralelo en educación, tantos años dando clases en universidades, en colegios y después han acabado, inclusive, en abordar cosas más sociales o el trabajo con chicos discapacitados. Hay también momentos que recuerdo, como el festival de Aviñón, el festival de Buenos aires, que son enormes. Han sido momentos muy altos e, inclusive, ir como directora a un Sesqui en Porto Alegre, con un grupo de música contemporánea, es como que se me han dado oportunidades muy grandes en la vida, en cine también, inclusive representar a Bolivia en los premios Platino. Si quisiera hablar de mi recorrido, pues es larguísimo, y considero que he sido, de alguna manera, muy afortunada, de poderme siempre guiar por la intuición de qué sigue y cómo seguimos. Es algo que me he dado cuenta en la pandemia, que tengo esa capacidad. Creo que eso es lo que han hecho que se sostengan los 25, que ahora son 27 años, y quién sabe cuántos serán.

Qué te motivó a convertirte en actriz

En realidad, yo estudiaba Comunicación Social en la Universidad y un amigo me llevó a un taller de teatro universitario, ahí me enamoré inmediatamente del teatro y no venía de querer hacer eso, yo venía de hacer más modelado en barro, alfarería, bailaba flamenco, cursos que hacía en España, pero cuando llegué a Bolivia, ingresé en la Universidad, era muy jovencita,  se me abrió esa puerta y me enamoré  a primera vista, porque vi la posibilidad de ser escuchada, de estar en un lugar donde la gente me escuche lo que tenía para decir, y que se podían decir cosas muy importantes y de muchas maneras. Me pareció maravilloso, también me di cuenta que tenía capacidad para hacerlo, que nunca habría registrado tan claramente.

¿Tienes algún género en particular para encarnar a un personaje?

La  verdad, he afrontado todos los géneros teatrales, inclusive podríamos decir formas teatrales, teatro muy físico como el teatro de Los Andes, de palabra total como el que hacía en Francia, el Clown que es algo que me ha venido desde la Argentina. Aquí, trabajar obras de arte  plástico y tan contemporáneos  que no tienen ni palabra y se cruzan con otras artes, como el videoarte, realmente he pasado por muchos géneros y no hay uno que te pueda decir, que es como el que me sale mejor o me gusta más. Todos son parte del ser actriz. También la oportunidad de poder encarar todos estos géneros, estos personajes estas experiencias han hecho que esté en constante entrenamiento, en constante aprendizaje.

Qué papel te ha causado mayor satisfacción

Recuerdo muchos con satisfacción. El otro día he escuchado una canción, era de una de mis obras favoritas: Happy Days, hacía de Winnie, una viejita, un texto muy difícil, una gran oportunidad para trabajar como actriz, es un papel que le dan a la gente cuando es muy mayor (risas), y yo lo hice joven, eso ha sido maravilloso. Bueno, siento que el teatro es reivindicativo, y que, de alguna manera, uno llama a los personajes para cerrar una etapa personal de su vida o para abrirla o, de alguna manera inconsciente, los atraemos, y creo que por eso me es difícil decir tal o cual personaje, porque todos han caído en su momento justo. Uno de los últimos, la Medea, con Diego Aramburo en el Still Medea, era un cierre a las concepciones de mis hijos, ese tiempo que para mí ha sido muy duro, muy turbulento y ha sido como un broche de oro para cerrar una etapa y continuar disfrutando de mi maternidad.

Cómo catalogas el arte en Bolivia

Considero que hay muchos artistas en Bolivia muy capaces, pero que hay mucha dificultad de generar espacios de profesionalismo, desde lo educativo hasta las profesiones mismas. Es una consecuencia desde la misma escolaridad, el arte no está visto como una posibilidad de una profesión, de algo que dedicarse en la vida. Eso hace que las oportunidades sean menores, que no haya espacios de formación adecuados. Si bien yo me he formado empíricamente, me he formado en una escuela, pero he tenido como una guía intuitiva personal y, además, he sido muy estricta conmigo misma, para siempre estar en constante aprendizaje y ponerme nuevos retos, muchas horas de trabajo al día, pero no es algo que uno tenga la facilidad siempre de hacerle, entonces faltan las estructuras, eso es un poco la imagen que tengo del arte. Es como que faltan las estructuras, está como suelto, está por ahí pero no se le ´saca el jugo´ totalmente, porque no hay las estructuras que lo sostengan.

¿Se puede vivir del arte?

Creo que es un gran reto vivir del arte en cualquier parte del mundo, no es solamente en Bolivia, porque, por ejemplo, con la actuación yo podría dedicarme a cosas muchísimo más comerciales y siempre he tratado de equilibrar y de no irme a ese lado totalmente, y priorizar de alguna manera el móvil del porqué hago teatro o actuación, que tiene que ver con el arte, con la investigación, con encontrar nuevas miradas a las cosas, a la vida y, bueno eso no es pagado, salvo en algunos niveles muy altos y son muy pocos los que tienen acceso a eso y, en Bolivia, prácticamente no existe. Entonces, vivir del arte como tal, no creo, pero sí te da herramientas para subsistir, y a mí el ser actriz me da unas herramientas gigantescas. Me ha dado las herramientas suficientes para ser educadora, para ser guía en muchos procesos formativos y me parece que eso hace que puedas acabar viviendo del arte, de alguna manera indirecta.

Cuál es la obra de mayor importancia en la que has participado

Uh, hay muchas, pero antes te hablé del festival de Aviñon, en Francia, donde trabajé en un Hamlet de Hubert Colas, que es un director francés.  Es como una de las experiencias más grandes para cualquier actor de teatro. Entonces había una importancia extra, pero para mí todas las obras son importantes, así sean hechas con un fin, hasta educativo, siempre que sean trabajos de creación, que sale de la investigación, de la búsqueda, primero de uno en ese momento, y de lo que está pasando afuera y de lo que quiere decir. Entonces, si hay ese proceso toda obra es importante. Ha habido otra obra, que en su momento ha sido muy importante en Bolivia, que fue encargada por la Embajada de Suiza, Gula, la visita de la vieja dama, que dirigía Eduardo Calla, en esa obra actué con David Mondaca, quien fue mi primer profesor, y ahí estuvimos mano a mano en el escenario y con compañeros como Christian Mercado, quienes son compañeros de toda la vida. Era mucha gente de todo el país, gente muy talentosa, hicimos una gira nacional, bueno…, cosas que el día de hoy se extrañan, porque ya son más difíciles de hacer.

¿Dónde se puede aprender a ser actor en Bolivia?

En Bolivia yo creo que tienes dos opciones, ir a la escuela de teatro y seguir una educación formal, en la escuela de teatro de Santa Cruz, pero no sé si el ir a la escuela es lo que te hace actor. Yo considero que eso es parte de tu trabajo de formación y podría ir, es fantástico, porque es una manera estructurada, hay gente que le hace falta un estudio así, pero en realidad, es la capacidad de trabajo la que te va a hacer actor, porque son las múltiples experiencias. Alguien me decía: tú no dices no a nada, y digo menos mal, porque el haber accedido a hacer de todo, ha hecho que tenga un bagaje enorme y que haya trabajado con todo el mundo, no solo por estar ahí, sino porque he hecho procesos de alguna manera con cada uno muy importantes, que me han dejado algo, me han dejado un aprendizaje. Creo que lo empírico es fantástico, siempre y cuando, uno tenga su capacidad de estructura interna, también de poner límites muy amplios a la capacidad de trabajo. Durante años, yo no tenía tiempo para mí, hasta ahora, es como difícil, y los pocos tiempos que tengo para mí en realidad son para mis hijos.

Antes que podía tener tiempo para mí, entregaba todo, hasta el día de hoy entrego todo. Si me dicen cuáles son tus horarios libres, yo pongo el horario de almuerzo, de dormir, la madrugada, todo, realmente los que están ocupados, están ocupados con otro trabajo, pero no hay, por ejemplo, necesito el domingo, creo que es muy importante tener esa capacidad de ponerte en la mente que vas a tener que trabajar muchísimo, y eso es tu ser aprendiz, eso no se deja de aprender nunca.

Creo que hay que meterse a todos los cursos que existen. Ahora, en relación al tiempo en el que yo era jovencita, por ejemplo, hay muchas opciones de formación. Son talleres pequeños, pero si uno hace uno y hace el otro, y vive una experiencia y otra, y aprende, aparte, cosas que puedan ser complementarias, música, danza, artes en general, se está armando la mochila para trabajar.

¿Hay algún límite de edad para la actuación?

No hay límite alguno de edad, eso es lo maravilloso de la actuación, ni para adelante ni para atrás. Creo que es un arte muy generoso, porque permite que cualquiera, en cualquier momento de su vida tenga acceso a entrar a hacerlo. Cosa que otras artes son más difíciles, porque implican ciertas destrezas físicas, como limitantes que vienen con la edad, en cambio en el teatro no. El teatro y la actuación son para siempre.

10 ¿Recomendarías tu profesión a los jóvenes?

Sí, más que recomendar mi profesión, porque siempre digo puedes recomendar a la gente, pero también hay que aclararles que oferta laboral realmente es muy poca, y de alguna manera, son pequeños círculos de gente. Entonces los que entran son pocos. Creo que eso es complicado. No sé cuán responsable es decir a todos, sí, sean actores. Obvio yo los animo. Si quieren ser actores tienen que seguir el camino, tal vez, inclusive, pensar que dentro de su recorrido sería bueno salir un tiempo. Pero, sobre todo, recomendaría a cualquiera que tenga un acercamiento al teatro en su vida, sea unas clases, que haga una obra, que tenga alguna experiencia pequeña o grande. Uno no tiene idea cuánto le puede ayudar para reafirmarse, para reverse y para ver a los demás desde otros ojos. Si todos tuviéramos acceso a las artes desde niños, desde una mirada artística como tal, yo creo que muchas de las cosas que vivimos, después como adultos, no pasaría nada (risas). Eso recomendaría.

Qué proyectos tienes a futuro

Voy a estrenar con el grupo que dirijo Escena al Margen, “Solón réquiem de un cuerpo”, es una obra plástica sobre el legado que nos ha dejado el artista plástico boliviano Walter Solón. Es una traslación de las artes escénicas hacia el video. Esta obra estoy estrenando dentro del festival Ivyrasacha. Hay varios proyectos en los que voy a aparecer como actriz, no puedo decir mucho porque todavía son top secret, pero a partir de mayo o junio voy a estrenar una obra por mes como actriz. Además, Ser y Estar es mi espacio de formación que está viento en popa en el Teatro Nuna. Empezamos el 6 de febrero la onceava versión, ya son cinco años del taller. Han pasado muchos jóvenes por aquí, quienes, posteriormente, se han dedicado de manera profesional. Eso resume en lo que estoy inmersa ahora.

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