Luego de 335 días de desde el momento de su aprehensión el pasado 12 de marzo de 2021 en la ciudad de Trinidad, el juicio oral contra la expresidenta Constitucional de Bolivia, Jeanine Añez Chávez, que ayer se declaró en huelga de hambre, inicia esta jornada. Personalidades del ambiente político y líderes de oposición denuncian que con esta acción se pretende borrar el fraude electoral de 2019.
La audiencia de juicio oral está fijada para las nueve de la mañana de hoy en la modalidad virtual, los delitos por los que se procesa a Añez en el caso denominado “Golpe de Estado II” son incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución Política del Estado en el periodo en que fungía como Senadora.
En noviembre de 2019, luego de varios días de convulsión social y movilizaciones ciudadanas en rechazo al fraude electoral denunciado por la población y posteriormente comprobado por un informe auditoría elaborado por la Organización de Estados Americanos (OEA), Jeanine Añez, asumió el mando del país con la misión de pacificar y convocar a elecciones lo antes posible.
Esta figura se dio tras la renuncia y posterior salida del país del entonces presidente, Evo Morales, seguida de la dimisión de su vicepresidente, Álvaro García, y los presidentes de las ambas cámaras legislativas, intentando generar un vació de poder. Ante esta situación, Añez en su calidad de Segunda Vicepresidenta del Senado, asumió la presidencia de esta instancia y por consiguiente, la presidencia del Estado.
De esta forma, Añez se convertía en la segunda mujer en asumir la presidencia de Bolivia después de Lidia Gueiler Tejada. Su mandato se extendió desde el 12 de noviembre del 2019 hasta el 8 de noviembre de 2020, tras los tres primeros meses en el poder, su gestión fue golpeada por la llegada al país de la pandemia del coronavirus, con sus respectivos efectos negativos en la salud y economía de la población.
Ante ello, se vio obligada a extender su mandato y el de la entonces Asamblea Legislativa Plurinacional controlada por el Movimiento al Socialismo.
Esta nueva realidad sanitaria también afectó la realización de las elecciones generales que inicialmente estaban planificadas para el domingo 3 de mayo de 2020, (con Añez como candidata), pero ante el embate de los contagios y la precariedad del sistema de salud nacional, los comicios fueron postergados en primera instancia para el 6 de septiembre y luego para el 18 de octubre, que finalmente fue la fecha en que los bolivianos acudieron a las urnas.
Tras la victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones generales de octubre, esta organización política inició una persecución contra todos los políticos, activistas y ciudadanos que participaron de las jornadas de protesta que derivaron en la salida de Morales del poder, bajo el argumento de que en 2019 se gestó y ejecutó un supuesto golpe de Estado.
De esta forma, la madrugada del 12 de marzo de 2021, Añez fue aprehendida en su domicilio ubicado en la ciudad de Trinidad para posteriormente ser trasladada hasta la sede de Gobierno. Desde ese día, Añez guarda reclusión pese al rechazo de
A horas de iniciar su juicio por la vía ordinaria, se cuestiona la forma en que Añez es juzgada además de todas las violaciones a sus derechos por parte de una justicia acusada de ser servil al poder.
Para el analista político Paul Coca, las acciones que la justicia lleva adelante contra la exmandataria llegan al grado de que un dictador recibió mejor trato que Añez.
“Ni siquiera a Luis García Mesa, el último dictador boliviano, se lo ha tratado como se está tratando a Jeanine Añez. García Mesa gozó de Caso de Corte, llamado juicio de responsabilidades en Bolivia, por los delitos cometidos en ejercicio de la función de presidente” manifestó el analista durante una entrevista televisiva.
Puntualizó que las normativas vigentes establecen que nadie puede ser juzgado de manera excepcional, por tribunales especiales, la figura de un exmandatario es absolutamente diferente a la del resto de ciudadanos. “El caso de Añez debo haber ido a un juicio de responsabilidades pero a nivel político no convenía” indicó.
En contacto con EL DIARIO, el exdiputado Tomas Monasterio, quien además fue convocado como testigo en este proceso, señaló que este juicio tiene la característica de ser el más injusto de la historia, puesto que Añez en su calidad de exmandataria, debe ser juzgada por la ALP.
“Debió ser juzgada en un juicio de responsabilidades, pero estará frente a un tribunal ordinario. La acusan de un supuesto golpe, cuando lo que hizo fue pacificar el país y devolverlo a su cauce democrático después de un grotesco fraude electoral”, manifestó el exparlamentario, a tiempo de confirmar su asistencia a la audiencia de juicio.
Desde el oficialismo, el senador Leonardo Loza, manifestó que Añez tiene cuentas pendientes con la justicia, por lo que debe responder ante las instancias competentes.
“Lamentablemente, no sé si voluntaria o involuntariamente, la señora cometió delitos en nuestro país, no respeto la constitución y saco un decreto como una carta blanca para la policía y el ejército que produjo más de 36 muertos, eso no puede quedar impune”, dijo.
Añez se encuentra recluida desde el pasado 13 de marzo de 2021, acusada por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración en el caso denominado golpe de Estado I, posteriormente se abrió el caso golpe de Estado II, por resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes. Este último es el caso que ingresa en su etapa de juicio oral hoy.
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