jueves, diciembre 26, 2024
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Cuarta Revolución Industrial

Parte II

Esta Cuarta Revolución Industrial se caracteriza por “sistemas ciberfísicos” que representan potenciales nuevos para personas y máquinas. Va surgiendo al mismo tiempo que la Tercera Revolución Industrial y se va expandiendo y madurando a través de países y organizaciones.
Según Schwab “los beneficios de la tecnología para todos los que consumimos son incontrovertibles”, y podemos añadir “y totales”. En tal sentido, se señala vastos campos de influencia para la Revolución 4.0. Entre ellos:
Desarrollos biológicos: Se tiene idea de que la impresora 3D imprimirá tejidos humanos, huesos y prótesis personalizadas. Médicos de China dieron a un niño un implante de columna vertebral impreso en 3D, según la revista Popular Science. Otro adelanto biológico es la endoscopía capsular, que consiste en una cámara diminuta inalámbrica alojada en una píldora que toma fotografías o videos de su recorrido.
La automatización del hogar es otro hecho real, podemos controlar de forma muy remota nuestras luces, calefacción, aire acondicionado, sistemas de seguridad y otros.
Dentro de la próxima década se espera que más de un billón de sensores estén conectados a internet, los resultados serán la interconexión de vehículos, hogares, industrias, empresas y organizaciones en general.
Otro adelanto a tomar en cuenta es el informe que presentó la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la última reunión del Acuerdo de París, en cuanto a la opción de obtener energía limpia en centrales nucleares de última generación, garantizadas en su seguridad, hecho que favorece a los objetivos que persigue dicho Acuerdo.
Existe otro sinnúmero de investigaciones en marcha tendientes a favorecer la vida de las personas de la presente generación, entre la cuales podemos citar: traductores de idioma simultáneos, paseos espaciales, relojes con presencia biológica, impulsores para vuelos personales, ropa con marcadores electrónicos y muchos otros que demandaría mucho espacio citarlos.
Estos adelantos contienen saltos tecnológicos que van cambiando a la humanidad pero que no llegan de forma pareja a todos; es así que hay extensas zonas que no han participado de la Tercera Revolución Industrial, ni siquiera de la Segunda. Como dijera alguien: “más personas en el mundo tienen acceso a un teléfono móvil que al saneamiento básico”.
Si bien el panorama descrito tiene importancia muy grande en el confort de la vida de la presente generación, debemos tener presente que este caudal de tecnología también produce muchos otros productos y resultados de gran preocupación, entre los que podemos señalar:
La desigualdad e inseguridad social. La concentración de la riqueza en pocas manos es cada vez más patente. Según estudios del Bank Credit Suisse, en 2015 el 1% de la población mundial poseía la mitad de toda la riqueza de los hogares, situación que se ha ido agravando cada vez más en los últimos años. Según los académicos Wilkinson y Pickett, sociedades de ingresos tan desiguales tienden a ser más violentas, con más gente en prisiones y más enfermos mentales.
Otra grave preocupación es el peligro de la multiplicación de conflictos internacionales. Permanentemente se conoce noticias internacionales de algunas potencias sobre el desarrollo de armas de última generación, como: drones kamikaze, misiles de largo alcance, proyectiles de velocidades miriamétricas, nuevas ojivas atómicas, y mucho más. Y tal vez lo más grave, dispositivos que actúan directamente con el cerebro humano para controlar o dirigir a soldados (como indica J. Giordano del Centro Médico de la U. de Georgetown “El cerebro es el próximo espacio de batalla”). Estos desarrollos, sin duda, entorpecerán la solución pacífica de conflictos.
Otro aspecto inquietante de las transformaciones industriales que vamos viviendo en la actualidad es el hecho de que los empleos que se va creando tienden a disminuir la ocupación. Comparativamente con las anteriores revoluciones industriales, los expertos señalan que en el presente son menos los puestos que se crea y, por otra parte, el tipo de empleos tiende a requerir niveles más altos de educación o estudios especializados.

Edgar D. Ergueta Avila, Consultor internacional.

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