Parte I
En análisis educativos se ha incorporado una favorable inducción para usar tecnología en procesos formativos, desde la calculadora para resolver ejercicios matemáticos, hasta costosos celulares que mejoran la velocidad de la intercomunicación. Y se explicaba en periódicos las inmensas proporciones de máquinas creadas para este fin, como el cerebro de operaciones algorítmicas, y desde entonces se habla de la inteligencia artificial.
Hace casi 20 años aparecía la galardonada película Matrix, que describía un mundo virtual. Entonces los abuelos verían con asombro tal reto, que pasaba por una comprensión moral. ¿Cómo puede uno estar atrapado en un mundo virtual? ¿Qué procesos o mecanismos debiera uno considerar para entrar y poder salir de la máquina virtual? Desde la película ¿qué concepto de felicidad podría ofrecer un mundo cifrado? ¿Qué sentimientos pueden consolidarse en el mundo virtual?, ¿cómo puede mantenerse la especie humana en un mundo de hologramas hecho por máquinas? ¿Cuáles son las enseñanzas de subsistencia?
Haciendo un paralelismo en la educación, podríamos suponer que el oráculo es el maestro, el elegido tendría que ser cada estudiante, la nave de Nabucodonosor sería la escuela virtual; Sion la ciudad de los humanos libres. La misma película terminaría hablando de un mundo sin reglas, sin límites ni fronteras, donde todo es posible.
El paralelismo también nos hace reflexionar sobre que el maestro promueve la libre elección (libre albedrío en la Biblia). Morfeo le pide al protagonista elegir entre dos pastillas, a juicio personal modalidad presencial y modalidad a distancia; con la diferencia de que el maestro responderá posteriormente “Bienvenido al mundo real”. ¿Qué estudiante increpará a su maestro para cuestionar el mundo real “físico” o el mundo real “virtual”?, ¿cuál es el rol de las autoridades en este escenario de paralelismo? Sobre tal cuestión vamos a reflexionar.
Centraremos nuestra atención en la simulación. Imagina tener en tus manos un novedoso aparato: el primer sistema de entretenimiento de realidad virtual totalmente envolvente del mundo. No esas gafas torpes que ahora se ve en todas partes. Este dispositivo parecía salido de Matrix: una elegante banda para la cabeza con electrodos que, de alguna manera, se introducía directamente en el sistema perceptivo del cerebro humano y sustituía todo lo que el usuario veía, oía, sentía, olía e incluso sabía mediante nuevas sensaciones creadas por una máquina. Ese es el escenario cuando pienso en la hipótesis de la simulación: la idea, muy discutida entre tecnólogos y filósofos, de que el mundo que nos rodea podría ser una invención digital, algo como el mundo de un videojuego. Tuve estudiantes fascinados por juegos en red que, a pesar de su magra economía familiar, se desesperaban por estar frente al computador.
Hasta hace cinco años se trataba de regular la apertura de centros de cómputo, evitando que estén cerca de unidades educativas, como se había hecho con bares y cantinas. Estas regulaciones también fueron incorporadas en las Normas Generales aprobadas en Resolución Ministerial No. 01 de cada gestión, prohibiendo el uso de celulares en aula. Hoy esta norma ha cambiado y se ha grandes inversiones en proyectos que favorecen la enseñanza virtual.