La educación es un proceso integral permanente y un pilar fundamental para el desarrollo humano de una sociedad diversa, donde la escuela cumple un rol y función social. De manera que la educación artística cultural desarrolla capacidades cognitivas, habilidades, potencialidades, destrezas y actitudes, donde los estudiantes enuncian sus emociones, sentimientos, expresiones, formas de vida según la coyuntura que atraviesa una sociedad. Lo hace mediante el lenguaje gráfico visual, obras de arte, teatro, poesía, danza y música, porque le permite significar la expresión interna de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, según sus necesidades e intereses, en función al contexto, de acuerdo con la diversidad social y cultural.
Las manifestaciones artísticas culturales, saberes, experiencias y las prácticas ancestrales originarias son un aporte a la educación regular y la educación superior, como una comunicación visual, porque nos permite fortalecer y desarrollar la creatividad e innovación que está expresada en su sentir, pensar, destreza y potencialidad, con base en la disciplina y la práctica, y ejecución de acuerdo con el área artística de su preferencia, con responsabilidad, respeto, tolerancia y otros valores sociocomunitarios, permitiendo que los estudiantes se formen de manera integral y holística. Además, la evaluación en artes, como proceso educativo, es más cualitativa, enfatizando y fortaleciendo las dimensiones del Ser, Saber, Hacer y Decidir, y que esté relacionado de acuerdo con su vida cotidiana, necesidades e intereses del estudiante.
Por consiguiente, la práctica permanente y cotidiana de las diferentes áreas de las manifestaciones y expresiones artísticas, es un aporte significativo, determinante e importante para la educación integral. Desde todo punto de vista, contribuye a mejorar la calidad de vida de los estudiantes, de tal manera que se mejora y se fortalece la cualidad en las instituciones educativas. Esto se ve reflejado de manera que se convierte en un aporte a los procesos pedagógicos, de acuerdo con la planificación educativa, aplicando los elementos de la didáctica en función al paradigma y modelo educativo. Todo ello se constituye en un motivo y aspecto para mejorar la calidad de vida de las personas. En tal sentido, una sociedad diversa, sin arte y cultura, es una sociedad sin identidad sociocultural.
El autor es docente, pedagogo y artista plástico.