Batman, del director Matt Reeves, con Robert Pattinson en el papel principal, es al mismo tiempo una película de acción épica de alto octanaje a una escala visual masiva y una exploración valiente, vanguardista y emocional del retorcido funcionamiento interno de la mente, todo ambientado dentro de una icónica ciudad al límite. En la Ciudad Gótica de Reeves, el miedo es una herramienta, y cuando ésta se usa adecuadamente, no se necesita gran cosa para detener las acciones de los mal intencionados o para impulsar a los temerosas a actuar. En manos de un brillante detective con gusto por la venganza y poco por lo que vivir, algo tan simple como una máscara puede ser aterrador.Hombre o mito, llámalo, Batman.
Bruce Wayne ha entregado su vida a la noche, y sus noches a acechar las calles plagadas de crimen de Ciudad Gótica, seleccionando y eligiendo sus batallas contra delitos menores y, por lo general, ganándolas… a menudo solo con la ayuda de esa señal que brilla en el oscuro cielo. Pero, después de todo, es un solo hombre y el crimen de todo tipo está en todas partes. Y en una noche como Halloween, por ejemplo, cuando todos los demonios necrófagos vienen vestidos para matear, nunca se sabe quién está al acecho o detrás de la máscara o qué trucos pueden tener bajo la manga.
Cuando se embarcó en su propio viaje al canon de Batman, Reeves estaba emocionado con la idea de trabajar con el ícono que ha vivido durante más de ocho décadas en los cómics y las novelas gráficas, y llevarlo de regreso a sus primeras raíces. “Batman comenzó como un detective”, dice Reeves, “así que, encontrar una forma de regresar a eso, despojarlo de aspecto fantástico de un superhéroe de DC, pero mantenerlo como aspiracional, fue una idea realmente emocionante”.
El guion de Reeves, el cual escribió con el guionista Peter Craig, existe en su propia porción del dominio cinematográfico de DC tallada por él mismo, sin conexión con el territorio explorado anteriormente (o en el futuro) dentro del Multiverso y que comienza cuando Bruce Wayne tiene poco más de un año siendo Batman. “No quería comenzar con una historia de origen, sino con un Batman joven, para ver su arco presionando para ser mejor”.
Según Reeves, en el centro del personaje está el hecho de que “se conecta con la gente a través del traje, el auto, los dispositivos, es genial. Pero en realidad no es un superhéroe; en el fondo de todo, él es un ser humano y está motivado para intentar encontrarle un sentido a su lado humano. El hecho de tener ese impulso heroico para hacer un mundo mejor, aunque hay que reconocer que no lo hace en un sentido puramente altruista, hace que el personaje sea accesible”.
Que los cineastas también aumentaran las apuestas generales con el tipo de misterio que colocó ante el Caped Crusader profundizó el atractivo. “Es un detective que resuelve pistas dejadas por un asesino en serie y es muy psicológico, pero también conduce a algo muy emocional”, dice el director.
Pattinson apreció que se resaltara la dualidad del personaje clásico. Dice: “Nunca me había interesado hacer una película de superhéroes, nunca había estado en mi radar, pero por algún motivo, Batman siempre se destacó como una entidad aparte y muy especial. En el léxico cultural, el personaje se siente muy individual y tiene mucha importancia simbólica. Luego, cuando escuché que lo estaba haciendo Matt, me emocioné mucho. Cuando finalmente hablé con él, me mostró algunos de sus primeros guiones gráficos y eso marcó el tono para algo radicalmente diferente; simplemente tenía un ángulo que era emocionante. Y la caracterización de Bruce también se sintió diferente.”.
Finalmente, Reeves enfrenta a su protagonista contra a una de las mentes más grandes y retorcidas (y eso es mucho decir) de Ciudad Gótica, Acertijo (The Riddler). Pero este no es el Acertijo que viste ropa de color verde brillante salpicada de signos de interrogación; el Acertijo de Reeves, que Paul Dano interpreta con una inquietante intensidad, es tan quejumbroso como inquisitivo, y sus acertijos no son cosa de risa.
Reeves continúa: “Quería apoyarme mucho en las primeras historias de Bob Kane y Bill Finger en las que Batman resolvía crímenes como una forma de describir a Ciudad Gótica como un lugar increíblemente corrupto. Así que se me ocurrió la idea de que el personaje con el que interactúa, con el que se involucra, fuera nueva versión de Acertijo (Ther Riddler) como un asesino en serie cuyo objetivo es amenazar a los llamados pilares de la sociedad. Y a raíz de los asesinatos, a través de las escenas del crimen y las pistas que deja dirigidas a Batman, Acertijo va revelando la verdad sobre estos individuos. Al hacerlo, sentí que el viaje de Batman para resolver el caso también podría servir para desenmascarar la historia de corrupción en Ciudad Gótica. Y dado que las pistas se dejan para él, se vuelve personal y lo sacude hasta la médula.