jueves, noviembre 21, 2024

Nubes negras

La criminal invasión de Rusia sobre territorio de Ucrania provoca una grave crisis económica para todo el mundo, que para Bolivia podría ser particularmente desastrosa.
En lugar de mostrarse solidario con el dictador ruso en las Naciones Unidas, el gobierno boliviano debería aborrecerlo por el desastre que está causando a nuestra economía.
Con el petróleo por encima de los 110 dólares el barril, la escasa producción nacional de crudo y gas proyecta una situación explosiva para la economía.
Hay que lamentar que la pésima política económica del cocalero Morales haya ahuyentado las inversiones petroleras, pero hay que mirar con horror cómo aumentará el precio de las importaciones de combustibles.
Nos hubiera ido bien si el país siguiera exportando gas, pero nos irá muy mal ahora que el precio de la gasolina y el diésel de importación subirán dos o tres veces.
Los autores de este desastre no han hecho una autocrítica y es probable que no la hagan nunca, pero eso no impide que todos los bolivianos con algún criterio señalen a los culpables de esta situación.
A todo esto, con las actividades económicas legales en agonía, las noticias sobre la pujanza del narcotráfico muestran que, definitivamente, las prioridades no fueron bien elegidas por quienes gobernaron el país en los últimos quince años. Hubiera sido mejor apostar a las actividades económicas legales.
El panorama se ennegrece aún más con las noticias sobre la situación caótica de la empresa estatal del petróleo, que ahora tiene más de 5.000 empleados (más del doble que en 2006).
Los dirigentes sindicales “en comisión”, que reciben sus salarios sin trabajar, suman cerca de 150, mientras que no hay dinero para las exploraciones. La única obligación que ellos tienen es servir al partido de gobierno.
La deuda pública ha llegado a 26.000 millones de dólares, equivalente a 2.200 dólares por cada ciudadano, a pesar de que entre 2008 y 2014 el país tuvo ingresos como siete gobiernos anteriores juntos.
El despilfarro, con gastos irresponsables y corruptos, se ocupó de hacer que desaparezcan todos esos recursos, para lo que fue necesario anular a la Contraloría, que fue virtualmente cerrada desde 2006.
No hay que descartar que pronto el Gobierno se quede sin los recursos necesarios para mantener los subsidios a los carburantes, aunque por el momento asegure, sabiendo que es imposible, que los precios al consumidor se mantendrán.
La pandemia había golpeado la economía del país, pero la locura de Vladimir Putín ha venido a crear la situación más desastrosa para la economía de que se tenga memoria. Superior incluso a la crisis de la hiperinflación de los años ochenta.

PETRÓLEO

El precio del petróleo sigue navegando sobre la ola de precios creada por la invasión rusa a Ucrania. Las ventas de petróleo ruso han caído pero también se cotizan por encima de los US$ 100 el barril. El problema que tiene Rusia es que no puede usar dólares ni el sistema SWIFT de transferencias de fondos. Las sanciones contra Rusia no incluyen el sector de energía aunque sus clientes están tratando de encontrar alternativas antes de que las sanciones cambien.

 

 

ORO

Una tensa calma en los mercados ha estabilizado el precio del oro. La invasión rusa no se ha detenido y no hay indicios de un cambio de estrategia en ninguno de los bandos ni en las sanciones impuestas por Estados Unidos, ni la Unión Europea, los miembros de la OTAN ni el resto de países que han condenado la invasión a Ucrania. Bajo este panorama el mercado del oro está a la espera de la próxima novedad que defina la tendencia de inversión mundial.

 

 

ZINC

Los precios de los metales industriales en el mercado de Londres siguen subiendo por el temor de que el suministro se reduzca. En particular el aluminio y el níquel, podrían sufrir por la invasión Rusa. Los aumentos en los precios de la energía también elevaron los precios de los metales que consumen mucha energía en su refinado, como el aluminio y el zinc. Los precios del zinc alcanzaron máximos no vistos desde mayo de 2007 tras un alza de 4,6 %.

 

 

Al cabo que ni quería

“Gracias a Dios y a la virgen, en Venezuela no hay sistema SWIFT”, aseguró el presidente de Venezuela Nicolás Maduro. SWIFT es el sistema internacional para mover dinero electrónicamente de un país a otro. Lo usan, por ejemplo, las empresas importadoras y exportadoras, de las que quedan muy pocas en Venezuela.

Molinos vacíos

Los molinos de harina de trigo de Argentina mantuvieron reuniones de emergencia con el ministerio de agricultura por la falta de materia prima en el mercado local. Los precios del trigo se dispararon en el Mercado internacional por lo que los agricultores no quieren vender. Argentina representa el 88 % de las importaciones de trigo de Bolivia en 2021.

Fondo salvador

Perú no compra petróleo directamente de Rusia. Sin embargo, las preocupaciones por el alza en el precio de los combustibles que Perú importa del resto del mundo si afectará su economía. Perú tiene el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles del que podrán echar mano ahora que el precio está aumentando en todo el mundo.

Lo bueno
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Es que los bonos soberanos por 2.000 millones de dólares fueron colocados después de una muy larga espera.

Lo malo
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Es que se logró colocar solamente 850 millones, con una tasa de rendimiento de 7,5 %, la más alta ofrecida jamás por el país y eso solo tras una extensión del plazo de colocación.

Lo feo
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Es que la compra fue hecha por las AFP bolivianas, que debían haber sido reemplazadas hace diez años por la Gestora. Las AFPs o la Gestora pueden ser obligadas a refinanciar nuevamente los bonos.

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