Cada año el Ministerio de Educación convoca a postulantes a las 27 escuelas superiores de formación de maestros que se tiene a nivel nacional. En la presente gestión, 70.333 aspirantes se inscribieron, de los cuales 59.458 fueron habilitados para participar en la prueba escrita desarrollada en 37 recintos distribuidos en los nueve departamentos.
Según la convocatoria pública N° 001/2021, se tiene 2.300 plazas de admisión general y 575 para ingresos especiales, haciendo un total de 2.875 nuevos estudiantes. Recordemos que en la gestión 2021 fueron admitidos 2.825. Cabe hacer notar que estas delimitaciones se definen según la necesidad, el crecimiento vegetativo proyectado y la demanda de unidades educativas.
Muchos jóvenes aspirantes a una plaza se inscriben con la esperanza de estudiar la carrera docente y trabajar de inmediato. Son cinco años de estudio y egresan con licenciatura; sin embargo, la demanda laboral es desalentadora. Pues, según el Ministerio de Educación, más de 8 mil maestros egresados no tienen cargo, y están esperando entre dos, tres y hasta más de cuatro años trabajar en un establecimiento fiscal, debido a que no hay cargos acéfalos disponibles.
Ante esta realidad, ¿qué equilibrio debía haber? Desde una perspectiva socioeducativa, es importante considerar tres elementos: 1) permanencia de maestros con edad de jubilación; 2) presupuesto estatal para crear nuevos cargos; 3) demanda real de ítems. La ley de pensiones N° 065 establece 58 años (para varones) como edad para jubilarse; 55 años para mujeres con tres hijos; asimismo, el reglamento del Escalafón Nacional establece como edad de jubilación 60 años y es “voluntaria”, por lo que muchos optan por seguir trabajando, arguyendo que les falta cumplir los 25 años de servicio para tener una renta relativamente favorable, como estipula la Ley de Pensiones.
Por otra parte, entre las gestiones 2006 y 2019 se creó 47.987 nuevos cargos para el SEP, 3.427 en promedio por año, con excepción de la gestión 2020 que no hubo creación. En 2021 se creó 1.700 cargos, y en 2022 hay 2.500 nuevos ítems para los tres subsistemas de educación. A pesar del incremento que hay entre las gestiones 2021 y 2022, la oferta gubernamental sigue siendo insuficiente para responder a la demanda social. Durante febrero, el Ministerio de Educación, mediante sus nueve brazos operativos, ha hecho un seguimiento y estudio técnico de relación maestro – alumno, lo cual ha demostrado que hay contextos en donde no se justifica el número de maestros en determinadas unidades educativas; en cambio, en otras realidades extremas un maestro atiende a más de cuarenta estudiantes.
Si bien el Gobierno crea ítems para nuevos docentes año tras año, también debería haber una proporción razonable de maestros que se acogen a la jubilación.
Para el postulante es muy satisfactorio saber que aprobó el examen. Pero muchos egresados ven que el campo laboral es insuficiente y con mucha competencia, y algunas especialidades ni salen en las compulsas para nuevos cargos, por la reducida carga horaria que tienen en el plan de estudios, como Artes Plásticas, Filosofía, Valores y otros, por lo que muchos optan por tomar cargos del nivel primaria o inicial mediante procesos de flexibilización, con la esperanza de que en algún momento se reordenarán en su especialidad.
Así como se determina la cantidad de cupos en cada convocatoria, también se debía proyectar el número de cargos nuevos dentro de cinco años, el crecimiento vegetativo estimado y la capacidad presupuestaria del TGN para su sostenimiento. Una convocatoria a nuevos estudiantes debía considerar datos reales de oferta y demanda laboral de docentes, por lo que también se puede suspender la apertura de nuevas Escuelas Superiores o, en otro caso, optar por el cierre temporal de las Escuelas de Formación de Maestros en el país como una medida para equilibrar.
El autor es maestro de Matemáticas en Educación Fiscal.