Esta es una cinta directamente de la propia vivencia de Branagh donde un niño de nueve años debe trazar un camino hacia la edad adulta a través de un mundo que de repente se ha patas arriba.
“Belfast es una ciudad llena de historia”, dice Branagh, “y a finales de la década de los sesenta pasó por un período increíblemente convulsionado de su historia: muy dramático y a veces violento, en el que mi familia y yo nos vimos envueltos. Me ha llevado cincuenta años encontrar la forma correcta de escribir sobre ello y encontrar el tono que yo quería. Me ha llevado mucho tiempo comprender lo simples que pueden ser las cosas y años después, cuando encuentras esa perspectiva, te ofrece un gran enfoque. La historia de mi infancia en la que está inspirada la película se ha convertido en un relato de ese momento en la vida de todo el mundo, cuando un niño se convierte en adulto y pierde la inocencia. Ese punto de transición en Belfast en 1969 se vio precipitado por la revuelta que sucedía a nuestro alrededor. Al principio de la película vemos la metamorfosis de un mundo idílico –la buena vecindad, los días soleados y la comunidad– que se pone de cabeza con la llegada de una turba que pasa como un enjambre de abejas y arrasa con esta paz”.
Branagh escribió el guión de la película durante el primer confinamiento debido a la pandemia, en 2020. “A medida que la historia se aglutinaba dentro de mí, me di cuenta de que no solo se trataba de un pequeño grupo familiar que evidentemente pasaba por una situación estresante, y se enfrentaba a grandes elecciones de vida. Ese también era un tipo de confinamiento diferente, porque en 1969 estábamos encerrados entre las barricadas al final de nuestra calle, al igual que entre las restricciones y tensiones que había en la familia, mientras luchaban con la decisión de quedarse o irse. Por lo tanto, algunas de las circunstancias en las que se desarrolla la historia reflejan y resuenan con las preocupaciones actuales en torno a la pandemia –el confinamiento y la preocupación por nuestra propia seguridad y la de nuestra familia”.
Buscando una manera de describir su enfoque de la historia, a Branagh le llamó la atención la forma en que Pedro Almodóvar describió su película Dolor y Gloria. “La denominó autoficción. Estaba basada en su propia vida, pero hasta cierto punto era una ficción. Eso es lo que yo he hecho en esta cinta. En gran parte la he escrito a través de los ojos de un niño, Buddy, que es una versión ficticia de mí. Él está empezando a filtrar sus experiencias a través de lo que ha visto en muchas películas en el cine y en la televisión, y de muchas otras experiencias e historias basadas en la imaginación. Esas imágenes en la pantalla grande tuvieron un enorme impacto en el desarrollo de mi imaginación y quería mostrar a Buddy sintiendo las mismas experiencias. A él le encantan las películas del Oeste, y Belfast tenía algo similar a los pueblos de esas cintas, así que a veces me sentía como si estuviera escribiendo un western que estaba creando la imaginación de Buddy. Pero siempre, el punto de partida de todo en la película, es la imaginación de ese niño de nueve años”.
“Espero que el público se entretenga con la historia de Buddy. Hay un cierto espíritu y una vitalidad en Belfast que confío que se reflejen en la película, junto con un humor que destaca los aspectos positivos de la vida. Espero que la gente sienta la alegría y, a veces, las penas de la ciudad y lo que le pasa a la familia; que reconozcan y simpaticen con ambas y comprenda, al ver los reflejos de otras vidas, que no estamos solos. Si eso es lo que la gente se lleva de la película, me sentiría feliz”.
Una vez terminado el guión en la primavera de 2020, rápidamente pasó a la producción. El casting y la preproducción tuvieron lugar durante el verano y la película fue una de las primeras que pudo empezarse a rodar en locaciones de Irlanda del Norte e Inglaterra. “Nos dispusimos a encontrar los aspectos positivos de filmar durante una pandemia”, relata Branagh “y uno de ellos fue que debido a que el elenco tenía que vivir en una burbuja, rápidamente se generó un sentido de familia que era fundamental para lo que buscábamos. Los dos chicos, Jude Hill (Buddy) y Lewis McAskie (Will), enseguida se convirtieron en verdaderos hermanos y se vincularon con facilidad con el personaje de Moira, que interpreta Lara McDonnell”.