Conjuntamente las instituciones nacionales, este medio se ve ante nuevos retos a los que se debe responder y que esta vez han tenido larga duración: superar la grave etapa del coronavirus que desde que apareció sigue causando numerosos problemas al mundo. Felizmente, hay que convenir que el ser humano ha salido airoso de todas las situaciones difíciles y esta no será la excepción; al contrario, será un nuevo desafío digno de ganar porque se trata de algo para enfrentar y que incluye a toda la humanidad. Espíritus templados, fortalecidos por el dolor y siempre esperanzados enfrentan una guerra en la que, con muchas batallas por delante, se vencerá para retomar formas de vida acostumbradas, con coraje y voluntad para salir airosos ante la nueva situación.
En algo más de dos años, el mundo ha perdido tanto que se hace difícil evaluar; pero será la voluntad general de todos los pueblos que permita ganar lo que ya se consideraba perdido irreparablemente, por tratarse de una primera vez que se hacía frente a semejante problema de salud, nunca padecido antes.
Retomar todos los valores y valentía para reponer fuerzas contundentes que permitan reprogramar y cumplir con la producción, la retoma de avances tecnológicos y la superación nunca desmedida de los seres humanos, requerirá tiempo y coraje, dos condiciones nunca ajenas al ser humano que, provisto de todo ello por el Creador en la medida de las urgencias y necesidades, podrá encontrar los caminos del éxito.
Lo importante es que todos, solidariamente, encontremos los medios y sistemas para la unidad, para enfrentar las adversidades que se presenten y, finalmente, comprender que nada es posible sin renunciamiento a intereses creados y posiciones egoístas. Solo así será factible reconstruir hasta lo más difícil, porque así lo determinan las voluntades en todas las naciones, luego de haber tomado conciencia de sus realidades.
Nuevos desafíos a los que se debe responder
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