El proceso iniciado por Chile contra Bolivia por las aguas del Silala ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es prácticamente un caso perdido, sostuvo el economista e investigador, Milton Lérida Aguirre; sin embargo, enfatizó que el país aún cuenta con la opción de desconocer cualquier fallo que esta instancia emita por afectar los intereses del Estado.
Lérida, en contacto con EL DIARIO, explicó que debido a la forma en que se ha encarado esta demanda contra Bolivia es muy probable que el fallo final sea desfavorable para los intereses nacionales.
A esto se suma la iniciativa boliviana para que la Organización de Naciones Unidas (ONU) declare el acceso al agua como un derecho humano y el uso que se le da a este recurso, desviado artificialmente, desde el país hasta poblaciones chilenas para su consumo.
“Hemos visto alrededor de 11 decisiones que han tomado los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, las cuales no han sido acatadas por los países que han sido afectados”, aseguró; por tanto, que el país puede negarse a aceptar el fallo, tomando en cuenta que este caso es un problema entre Bolivia y una empresa privada.
Bolivia puede negarse a aceptar fallo sobre Silala
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