El origen de “Ambulancia”

En el otoño de 2020, Michael Bay, el visionario director de algunos de los mayores éxitos de estudio de todos los tiempos, incluida la franquicia de Transformers, Armageddon, Bad Boys y Bad Boys II, Pearl Harbor y The Rock, estaba a la caza de un proyecto que permitiera a su equipo realizar un rodaje compacto en Los Ángeles durante los protocolos de confinamiento de COVID-19.
La acción en la película Ambulancia tiene lugar en un solo día, pero le llevó cinco años llegar al escritorio de Bay. El guionista Chris Fedak había forjado una impresionante carrera en la televisión como escritor y productor ejecutivo de varias series, entre ellas Chuck de la NBC, de la que fue cocreador, pero estaba deseando probar suerte escribiendo para películas.
Por aquel entonces, el representante danés de Fedak, Mikkel Bondesen, le mostró el thriller danés Ambulancen, que había sido adquirido por el amigo y compañero de la universidad de Fedak, James Vanderbilt, y sus compañeros productores Bradley J. Fischer y William Sherak.
Fedak vio inmediatamente el potencial. La película presentaba a dos ladrones de bancos que secuestran una ambulancia con un paciente con un infarto a bordo. “Me encantó el concepto central: dos ladrones de bancos secuestrando una ambulancia”, dice Fedak. “Mi idea era tomarlo y convertirlo en una gran película de acción”, expresa Fedak. “Yo pensé: ‘¿Qué pasa si tomas ese pequeño e íntimo thriller, lo ubicas en Los Ángeles y lo conviertes en el día más intenso, más loco y más lleno de acción que puedas imaginar?’”
Inspirado en clásicos de acción modernos como Die Hard y en la versión original de Taking of Pelham One Two Three, y en clásicos de la década de 1970 como The French Connection y Dog Day Afternoon, Fedak pretendía que su historia se convirtiera en las dos horas más angustiosas que el público pudiera pasar en una sala de cine —pasando de una situación crítica a otra, con narrativas entrelazadas. “Me encantó escribir Ambulancia porque la historia me permitió hacerla sobre personas reales”, dice Fedak. “Aunque tenía toda esta gran acción que te ponía al borde de la butaca, seguía siendo una historia íntima, principalmente sobre tres personajes”. Y vaya que son personajes complejos.
La clave para Fedak fue construir una narrativa en la que no hubiera personajes puramente buenos o malos. “Hay una serie de héroes y villanos que van cambiando a lo largo de la historia, según lo que sepan, lo que necesiten y la información que tienen”, afirma Fedak. “A veces cometen errores. Otras veces hacen lo correcto; a menudo toman la decisión equivocada. Policías, ladrones de bancos, paramédicos. Todos van por su propio carril y me fascina cuando las líneas se desdibujan en una crisis y esos carriles chocan entre sí”.