lunes, septiembre 2, 2024
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El mundo democrático

La tiranía de Putin, que practica el canibalismo político en pleno Siglo XXI, no ha vacilado en asaltar Ucrania, desplegando numerosas tropas invasoras, el pasado 24 de febrero. Una fecha desastrosa, desde todo punto de vista, para la humanidad. Desde entonces el orbe se ha fraccionado, entre partidarios de la democracia y del autoritarismo.
El mundo democrático ha cerrado filas en contra de esa sangrienta invasión. Actitud que ratifica la férrea defensa del sistema de libertades, que ahora está en riesgo de ser cercenado, por una acción disparatada. El rechazo es contundente, logrando contrarrestar esos nefastos propósitos. Se prioriza, ahora más que nunca, la convivencia pacífica en democracia. Se prioriza la vida y se alienta la construcción.
El mundo democrático se identifica con la causa de Ucrania. Con un gobierno democrático y un Estado de derecho. Valora su heroísmo frente a la agresión externa. Admira su inquebrantable patriotismo. Condena la actitud prepotente de un régimen autoritario, que pretende, inclusive, devastar a la humanidad, con el uso de armas químicas, hipersónicas y nucleares. Parece que estuviera ingresando a una etapa de enajenación mental. Y no era para menos, porque ha sufrido, según las noticias difundidas, la pérdida de 10.000 soldados en dicho conflicto. Las tropas invasoras no estarían avanzando como quisieran los jerarcas de Moscú. Tal como soñaron quienes reivindican el nacionalismo ruso y la pureza racial.
Los que se hicieron multimillonarios con Putin, o conocidos también como los oligarcas rusos, tienen serios problemas. No saben dónde poner en resguardo sus inmensas fortunas, ante el bloqueo económico internacional. Una medida que, prácticamente, los ha arrinconado.
Quienes respaldan a Ucrania, símbolo de resistencia a la tiranía invasora, son hombres y mujeres, jóvenes y mayores, con sólida formación democrática y un temple por erradicar las tropelías. Tratan de preservar, con cualquier costo, las libertades ciudadanas, conculcadas hoy por decisiones desquiciadas. Buscan reponer la paz, instancia que promueve diálogo, concertación y entendimiento, por el bien común.
La invasión de Putin tiene a sus secuaces en la región. Tiene a quienes callan y toleran los salvajes bombardeos contra la población civil. Son aquellos que desconocen y pisotean los principios de la democracia. Son los regímenes de fuerza que dicen practicar la democracia. Son aquellos que imponen el autoritarismo para perpetuarse en el Poder. Son los que persiguen y encarcelan a sus adversarios. Son aquellos que manipulan los resultados electorales. Ahora ellos se mantienen a la expectativa, esperando lo que va ocurrir en la Ucrania invadida. Pero una victoria de los invadidos, de los humillados y baleados, significará la victoria de la democracia y de la libertad. Significará la victoria del mundo democrático y serán enarboladas las banderas de la paz universal.
En suma: tendríamos que abrir senderos a favor de quienes son golpeados por el brutal autoritarismo. En este caso, Ucrania o la resistencia a las fuerzas antidemocráticas.

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