Para seguir la tradición de la serie Animales fantásticos, en Los secretos de Dumbledore veremos una variedad de criaturas mágicas, tanto nuevas como conocidas. Sin embargo, ninguna figura de manera más integral en la trama que el Qilin. “El Qilin es uno de nuestros personajes principales”, afirma Tim Lewis. “En el guión, Jo nos dio una descripción detallada, pero eso fue sólo el comienzo de un proceso de diseño muy largo para acotar la dirección que queríamos seguir”.
El Qilin del mundo mágico tiene sus raíces en una criatura mitológica del mismo nombre. Aunque, según el supervisor de efectos visuales Christian Mänz,
En la película, el Qilin adulto recuerda a un dragón equino o un cierto parecido a un alce, cubierto de escamas y su cuerpo emite un brillo casi divino. Su bebé comparte ese rasgo distintivo, pero tenía otra inspiración de diseño. Mänz recuerda: “El supervisor de animación de Framestore, Nathan McConnel, se topó con un animal llamado dik-dik, que es un pequeño antílope. Tiene un hocico inusual (como una versión más corta del hocico de un oso hormiguero) y la forma en que olfatea es realmente bonita. En cuanto se lo enseñamos a David Yates, le encantó. La madre naturaleza es a menudo más fantástica de lo que podemos imaginar, así que ¿por qué no tomar de ella un poco cuando se puede?”.
La mantícora es otro animal que veremos como adulto y como cría, pero ahí terminan las similitudes para la criatura en el extremo opuesto del gentil Qilin. Yates dice que eso es exactamente lo que quería. “Les dije a Jo, a Steve y a David: ‘¡Pongamos un monstruo terrorífico para variar!’ Siempre tenemos estas criaturas encantadoras que son dulces y divertidas, pero con la secuencia de la mantícora, pude explorar la finísima línea entre la comedia y el horror, que es un espacio por el que me resulta divertido navegar”.
Parecidas a un cruce entre un cangrejo o una langosta y un escorpión, aunque con tres ojos saltones, las voraces mantícoras son los inhumanos, y despiadados, ‘guardianes’ de la prisión en la que desgraciadamente se encuentra Theseus. “Hay una enorme mantícora madre que reside en las profundidades de la prisión y que tiene montones y montones de bebés que debe alimentar. La forma en la que los alimenta es realmente horrible, pero también es extrañamente divertida”, asiente Yates.
Puede que Theseus se haya burlado antes de la profesión que Newt eligió, pero no se burló cuando el magizoólogo apareció para rescatarlo, utilizando su experiencia para controlar a la horda de crías de mantícora. “Catalizan a Newt para que haga un baile ridículo”, ríe Redmayne. “No sería una película de Animales fantásticos sin que tuviera que pasar por algún ritual de humillación, que típicamente implica un baile de algún tipo”.
Al destacar el compromiso del actor, Yates añade: “Hacer ese giro de caderas puede no parecer tan difícil, pero cuando haces una toma tras otra durante unas siete horas, es intenso. Eddie lo dio todo hasta el punto de estar físicamente agotado al final del día, y así es Eddie: lo dará todo para conseguir la escena».
La película introduce una bestia aviar llamada Wyvern, que sale del maletín de Newt en un momento oportuno. Al diseñar esta criatura que cambia de forma, Mänz dice: “A uno de nuestros artistas se le ocurrió la brillante idea de una especie de dragón que pudiera hincharse para volar, como un globo de aire caliente, algo que era un poco loco y divertido”. Una vez en el aire, el wyvern se transforma de nuevo al expandir sus alas mientras desinfla su cuerpo; su larga cola es capaz de soportar una carga muchas veces mayor a su peso.
A Newt se le unen de nuevo en la aventura Pickett, su valiente e ingenioso Bowtruckle, y el incorregible escarbato, llamado Teddy. Redmayne dice: “Pickett es brillante y salva el día. El escarbato se roba la escena como siempre y en general es la perdición de la vida de Newt”, bromea. “Son bastante caprichosos y juguetones en esta película, pero sin desvelar nada, diría que tanto Pickett como Teddy han dado un paso adelante en sus papeles de héroes en esta película”.
El fénix, una criatura conocida y amada por cualquier fan del Wizarding World®, aparece en la película; sin embargo, al estar relacionado con Credence, refleja lo que sucede en su interior. Mänz comenta: “Queríamos darle una apariencia más cercana al final de su ciclo de vida, por eso es menos rojo y vibrante y mucho más gris de lo que hemos visto antes. De sus alas salen brasas y deja caer ceniza mientras vuela. Es básicamente el mismo diseño que vimos en las películas anteriores, pero con un aspecto más deteriorado”.
Como siempre, un grupo de expertos titiriteros —dirigidos por el titiritero supervisor de criaturas Tom Wilton— ayudaron al reparto y a los realizadores. Proporcionaron representaciones tangibles y móviles de cada criatura ante las que los actores podían reaccionar. Los títeres también sirvieron como sustitutos físicos de las criaturas para que Yates y su equipo de cámara tuvieran una referencia física para encuadrar y bloquear sus escenas.
Los animales fantásticos en los secretos de Dumbledore
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -