La relación entre Bolivia y Arica se da desde la colonia, por ser el principal puerto para la salida de la plata de Potosí. Entonces Arica pertenecía al Perú, era el principal puerto de entrada para las importaciones del Alto Perú (Bolivia). La cercanía entre el puerto y el altiplano y la lejanía del litoral en Cobija, que era el puerto de Antofagasta, contribuyeron a la consolidación de tal carácter.
En 1561 se tiene registro de solicitudes de incorporación de Arica a la Real Audiencia de Charcas (Bolivia), por la distancia que existe entre el puerto y territorio boliviano. Sin embargo, Bolivia se veía obligada a recurrir a un puerto de otro Estado para su tráfico comercial y acceder al mar, debiendo pagar por sus mercancías los impuestos que el Perú determinara y subordinarse a las condiciones que éste le impusiera.
En 1826 Bolivia inició su presencia en el litoral habilitando el puerto Cobija, Mejillones y Loa en Antofagasta durante el gobierno del Mariscal Antonio José de Sucre. Lo cual no significó una renuncia a la pretensión de obtener Arica. Bolivia intentaría varias veces, frente al Perú y luego ante Chile, obtener la cesión de tal teritprio. Por otro lado, el Litoral boliviano que se encuentra en Atacama fue explotado principalmente por chilenos, siendo más de un 90% de la población en lugares como Antofagasta.
A la débil presencia boliviana en el sector, se sumó el escaso desarrollo del puerto de Cobija como alternativa para Arica, pese a las medidas impulsadas por sucesivos gobiernos bolivianos.
En el gobierno de Andrés de Santa Cruz se declaró a la caleta como Puerto franco y libre de derechos de Aduana, un esfuerzo por convertirlo en una alternativa viable. Santa Cruz decretó además el traslado la Aduana a Calama y consiguió que el parlamento autorice los gastos que fueran necesarios para facilitar el transporte y abrir postas en el camino hacia Cobija, entre otras medidas. Pero la decisión de Santa Cruz de reforzar el comercio por Arica durante la Confederación Perú-boliviana sería lapidaria para el puerto boliviano.
El interés boliviano en obtener Arica ha sido conocido por sucesivos gobiernos chilenos. Arica era en esos años puerto de tránsito para Bolivia. Oscar Pinochet de la Barra lo resume de la siguiente manera: “El famoso puerto nortino fue siempre, desde la época colonial, más útil a Bolivia que al Perú (…). No fue una sorpresa, entonces, que Chile, conocedor del interés boliviano por Arica, lo ofreciera al gobierno de La Paz desde el mismo año 1979, como alternativa para un litoral del que ese país debía necesariamente desprenderse…”, en alusión a la perdida de Antofagasta en la Guerra del Pacífico, con la invasión chilena a los puertos bolivianos.
Actualmente, la mayor parte de la carga que moviliza Bolivia es por el puerto de Arica, tanto de importación como de exportación. Aproximadamente un 80% del comercio se mueve por Arica, el 10% por Antofagasta y solo un 4% por Iquique. Pero Bolivia busca nuevas opciones portuarias para acceder al mar y una de ellas es el Puerto Ilo, ubicado al sur del Perú, Otra opción es la Hidrovia Paraná-Paraguay por Puerto Busch, aunque cabe mencionar que existen puerto privados, como Puerto Jeneffer, Puerto Gravetal Puerto Nutriol, con presencia en la Hidrovía.
Bolivia cuenta con una autoridad portuaria, como es la Administración de Servicios Portuarios – Bolivia (ASP-B) dependiente del Ministerio de Economía, que tiene presencia en Arica y Antofagasta en Chile, Ilo y Matarani en el Perú, Rosario en Argentina, Villeta en Paraguay y Nueva Palmira en Uruguay, lo que falta es inversión en infraestructura en los tres últimos lugares, ya que dan acceso al océano Atlántico.
Arica siempre fue el puerto natural de Bolivia, desde la colonia y hoy por allí se mueve más de un 80% de nuestro comercio, esto por la cercanía y el tema de costos. El error del Estado boliviano fue dejar en el olvido al Puerto de Cobija en Antofagasta, cuando tenía acceso al mar.
El autor es Administrador de Empresas, con Maestría en Comercio, Integración y Relaciones Internacionales.