lunes, noviembre 4, 2024
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Hilda en casa del Amauta

Siendo aún niña, se acompañaba con los grandes de la literatura universal: Tolstoi, Dostoievski, London, Ostrovski; y lloraba amargamente, con su hermano Aniceto, al leer “La Madre” de Máximo Gorki, en cuya novela, aquella era torturada por la policía zarista: “…la golpeaban en los hombros, en la cabeza; todo le daba vueltas… el piso parecía hundirse bajo sus pies, se tambaleaba… a causa del dolor de los golpes… Un gendarme le hincó los dedos en el cuello y le apretó la garganta”.
Su imaginación no tenía límites para recrear las escenas que captaba en los libros. Lectora impenitente, inició su afición leyendo “Zoia y Shura”, de Liuba Kosmodemianskaia que escribió sobre la vida de sus hijos, héroes en la lucha contra el fascismo alemán. Prosiguió sus lecturas conociendo a Espartaco y a otros personajes de leyenda. Más tarde supo de Lenin, Trotsky; Kamenev, Zinoviev; reconociendo a bolcheviques y mencheviques, formando para sí, una conciencia y un objetivo de vida: “hacer la Revolución”.
Hilda Reynaga, sobrina del escritor Fausto Reynaga, muy jovencita, había visitado a su tío en su casa de la calle Cnel. Valdez, y como ya era una lectora consumada le impresionó su cuantiosa biblioteca. Tiempo después, pensando en los libros que había visto, decidió irse a vivir y acompañar a su pariente. Como todo inicio, tuvo problemas de asimilación en la nueva morada, hasta integrarse plenamente. “Leí todo y de todo, una fantasía me rodeaba”, confiesa, puesto que se encontraba con lo que más le atraía: los libros.
Integrada en la casa del escritor, quien además la nombró su secretaria, conoció, departió y dialogó con otros afamados escritores extranjeros: Frantz Fanon, Manuel Sarkisyans, Guillermo Carnero Hoque, Humberto Mata y otros, quienes venían a Bolivia a conocer y conversar con el Amauta. Al escuchar a su tío, y conocer su pensamiento y lucha, una profunda admiración sintió por él, a tal punto que en una conversación con el profesor Sarkisyans le dijo: “este hombre es infinito…”
Hilda, no solo fue sobrina y secretaria de don Fausto; era, además, una activa y combatiente militante de la causa que aquel había iniciado. En el proceso de formación del indianismo contribuyó con opiniones que el gran escritor tomaba en cuenta. Por ello, es también co-fundadora de esa corriente de lucha.
Toda esa experiencia al lado del famoso y desaparecido Amauta, hace conocer Hilda Reynaga en su libro, “MI LLEGADA A LA CASA DEL AMAUTA”. Texto de bella presentación que, con sus 202 páginas, revela toda una odisea en la vida del amauta.
¿Quién era el amauta?
De inicial formación marxista, como todos los Reinaga, Fausto, había adquirido aquel reconocimiento por sus seguidores, después de una larga trayectoria política y literaria defendiendo y revalorizando al indio como sujeto social de la historia; para lo cual, se enfrentó a lo que llamó la “inteligencia del cholaje boliviano”; demoliendo con su pluma a todos aquellos escritores que, usando la temática del indio, nada hacían por liberarlo de su condición, que tipificó como “bestia esclava”. Su obra fue monumental en sus más de 50 libros, de los cuales “La Revolución India” fue conocida en todo el mundo como la cumbre de su pensamiento, por lo que el escritor ecuatoriano Gonzalo Humberto Mata proclamó en un libro ¡Éste si es grande!
“La Revolución India” es la autora del sacudón que ha provocado la asunción de mando de un indio a la Presidencia de Bolivia y esto ha significado el estremecimiento y el despertar de los pueblos indios a lo largo del continente”, reafirma Hilda en su obra.
“La Revolución India se abrió paso en Europa. Así se explica que, en París, Alemania, Suiza hayan leído y haya venido la juventud de todos los espacios del orbe a Bolivia, trepando el cerro de Killi-Killi para ver al indio que escribía esas verdades de fuego”, sostiene esta autora.
El libro: “Mi llegada a la casa del Amauta”, de Hilda Reynaga Gordillo, es un testimonio de lucha y sacrificios que hace conocer hechos y circunstancias que precedieron para la conformación de una ideología. Revela también los avatares que rodearon a cada libro de Reynaga para su publicación. La ideología indianista, evolucionó posteriormente hacia la concepción de una filosofía amaútica, que es necesario conocerla.
Las librerías de nuestra urbe, ya tienen en sus stands este nuevo libro.

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