Desde 2015, en adelante, las gobernaciones registraron una significativa disminución de recursos, situándose sus disponibilidades muy por debajo de los últimos años del periodo de bonanza (2013-2014), y para 2022 disponen de 5.518 millones de bolivianos, que irá un 45 % a caminos y en salud 5 %, por lo que deberán encarar las múltiples demanda con recursos limitados, y no les queda otra que optimizar el presupuesto, según el análisis que realiza la Fundación Jubileo.
Para 2022, el presupuesto confirma esta tendencia, previendo, incluso, una leve disminución, nuevamente, sin embargo, el precio del barril del petróleo con el cual se realizó el presupuesto para la presente gestión estaba por los 55 dólares el barril, pero el conflicto bélico provocó un alza del valor en el mercado mundial,
Pero el país no podrá beneficiarse de los precios altos en el mercado internacional, puesto que cayó la producción de gas y los envíos se redujeron en los últimos años a mercados vecinos, Argentina y Brasil.
A pesar de ello Jubileo señala que este es el primer presupuesto elaborado por las nuevas autoridades departamentales electas el año pasado, que reflejaría la prioridad en la asignación de recursos de su gestión.
“Con sus limitados recursos, las gobernaciones tienen el desafío de afrontar el complicado momento actual que demanda una reactivación de las economías regionales. Los gobiernos departamentales son la instancia que tiene como principal función el desarrollo económico, productivo y social en su jurisdicción; sin embargo, lograr esta tarea dependerá de políticas nacionales que conduzcan al país hacia un desarrollo sostenible y estable”, sostiene el informe de Jubileo.
La situación actual y las perspectivas futuras plantean la necesidad de optimizar el uso de los limitados recursos y priorizar las inversiones que generen mayor impacto para la población. Esto implica una gestión pública más eficiente en todos los niveles de gobierno.
La Fundación Jubileo publica la información por decimosexto año consecutivo, denominado ¿En qué gastarán el dinero los gobiernos departamentales el 2022?, con la finalidad de que, a través de la difusión del presupuesto, la sociedad civil tenga conocimiento sobre la gestión de los gobiernos departamentales.
La asignación de los recursos públicos en diferentes bienes y servicios que el Estado provee afecta directamente a la calidad de vida de la población, lo que debe llevarnos a una mayor responsabilidad ciudadana para velar por su buen uso, recomienda la entidad.
Contraparte
Por ejemplo, los gobiernos departamentales tienen que enfrentar compromisos con el Estado, y están siendo presionados para que cumplan con su contraparte en proyectos de infraestructura vial.
Pero también se suma la salud y la educación, que en algunos casos no cumplen al 100 %. La Pandemia reveló una serie de necesidades que no habían sido resueltos pese a los recursos económicos que ingresaron al país por la venta de gas, y los precios altos del petróleo en el mercado internacional.
El documento de Jubileo informa que en las disposiciones transitorias de la Ley Marco de Autonomías se establece límites de gasto de funcionamiento, y por ello para las entidades territoriales autónomas departamentales y regionales, se establece como porcentaje máximo de funcionamiento 15 % sobre el total de ingresos provenientes de regalías departamentales, Fondo de Compensación Departamental e Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados.
También se autoriza a los gobiernos autónomos departamentales, adicionalmente a las competencias establecidas en la Constitución Política del Estado, financiar hasta 10 % de los recursos departamentales con cargo al 85 % de inversión, para programas sociales, ambientales y otros.
Del total del Presupuesto 2022 para la gestión de los gobiernos departamentales, Santa Cruz tiene la mayor asignación de recursos con aproximadamente 22 %, seguido de Tarija con 21 % y Potosí con 16 %; estos tres departamentos tienen el 59 % del total. La Paz recibe 13 %, Cochabamba ocho % y Chuquisaca ocho %; y los otros tres departamentos reciben, en conjunto, el restante 12 % de la torta.
El destino de la inversión de las gobernaciones prioriza el sector Caminos con 45 %, seguido de Agropecuario con 18 % y Fortalecimiento Institucional con 12 %. La inversión en salud llega a 5 %, y la inversión en otros sectores productivos (Comercio, Industria, Servicios para el Desarrollo y Turismo) aproximadamente a 0,8 %.