viernes, julio 5, 2024
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Incremento salarial: ¡Algo es algo!

En conferencias de prensa y entrevistas de medios de comunicación, escuchamos a ministros y legisladores decir: estamos saliendo de la crisis económica, hemos crecido económicamente, respondió favorablemente la economía, recuperamos la estabilidad económica, etc. Expresiones pasajeras, replicadas hasta el infinito, por los “azules” que, ingresando al espacio del poder, dominio hegemónico, se vuelven “ciegos y mudos”, evitando ver la “pobreza extrema” en que se desenvuelven muchos niños, jóvenes y mujeres en las calles de las ciudades capitales y comunidades del área rural.
Los trabajadores organizados en torno a sus sindicatos, federaciones y confederaciones, cada año esperan hasta el 1° de mayo un aumento salarial digno y justo, para satisfacer sus necesidades básicas, referidos esencialmente a la alimentación, abrigo, vivienda, educación y salud de sí mismo y de su familia. En esta gestión 2022, en concentración de homenaje al “Día del Trabajador”, en la ciudad de Oruro, el gobierno de Luis Arce dispuso mediante decreto supremo un incremento salarial del 3 % al haber básico de los trabajadores. Y el 4 % de aumento económico al “salario mínimo nacional (SMN)”. Significa que hay un ínfimo crecimiento del mínimo nacional de bolivianos 2.164 hasta 2.250, constatándose una diferencia real de 86 bolivianos.
Recordemos que una vez establecido el salario mínimo nacional; ningún trabajador de una entidad pública o privada puede percibir o ganar menos de 2.250 bolivianos. Ahí radica la importancia del SMN. Pero en la vida real y cotidiana, muchas personas trabajan a contrato, a destajo, como jornaleros “día a día” en el comercio informal, en el sector de la construcción (albañiles), transporte público, gastronomía callejera, entre otros.
Trabajan para llevar el pan del día a su familia e hijos con mucho sacrificio y sufrimiento, venciendo los avatares de la vida. Por eso, entre los trabajadores comentaban entusiastas y sarcásticamente: el incremento servirá para algo, ¡algo es algo, compañero! Refiriéndose a los 86 bolivianos de aumento salarial que, para muchos de los trabajadores, es insuficiente e irrisorio a las demandas planteadas y exigencias laborales de la COB.
Una vez dictado el incremento del 4% al SMN, muchos se preguntarán: ¿Los 86 bolivianos recompensarán el alza de precios de la canasta familiar de 2021?, ¿El sector privado, empresarios e industriales pagarán SMN de 2.250 bolivianos a los trabajadores?, ¿Habrá este año crecimiento económico del 5.5 %?, ¿Pagarán el doble aguinaldo como antes?, ¿El aumento salarial no ocasionará inflación y alza de precios en el mercado?, etc.
Señores, el lenguaje y precios fijados en los supermercados son implacables e intolerantes, incluso tienen carácter de “usura de frente” y asalto a los bolsillos desgastados de los trabajadores. No hay ese pedido amable de los compradores de «rebajadme», como sucede en el comercio informal, establecido en los mercados populares y calles de la ciudad de El Alto: “rebajadme caserita, muy caro es…”, “yápame caserita, poquito me ha vendido…”, “auméntame, pues, caserita…”, etc.
Entonces, el aumento salarial que determinó el gobierno servirá para paliar y comprar artículos de primera necesidad, resignando aspiraciones de los trabajadores sin retrocesos a expresar: ¡algo es algo, peor es nada! Y muchos trabajadores protestaron, amenazaron con movilizaciones y rechazaron, aduciendo que es mísero el incremento salarial del 3 %.

raulalberto1911@gmail.com

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