Pugna precipitada por reelección y candidatura

La codicia por el poder, la riqueza, la fama y otros, así como el hambre, no esperan y más bien desesperan. Esto le ocurre al partido de gobierno en sus 15 años de gobierno, tiempo en el que su codicia por el poder se hace cada vez más irrefrenable. Esto se vio claro con el referendo para la reelección indefinida de Evo Morales, convocada y realizada tres años antes del evento, habiendo recibido el rechazo mayoritario del pueblo. De todos modos, llevó a cabo la elección del 2019, frustrada por fraude aún discutido.
La codicia no es ya unipersonal y se perfilan tres posibles candidatos en el interior del MAS; son Evo Morales, David Choquehuanca y Luis Arce Catacora. Estas tendencias día a día parecen ser más evidentes, tal como manifiestan diversas noticias y opiniones de prensa. Cada uno de estos aspirantes tratará de ser el candidato oficial y único del MAS, pero bajo amenaza de división.
Evo Morales llevado por esa suerte de codicia está en campaña anticipada, como siempre, aunque ahora empeñado en una “carrera de obstáculos”. Para vencer uno de estos y aparecer en función anti narcos, denunció por sus redes la contraorden de detener la marcha de Umopar, que se dirigía a intervenir un laboratorio de droga en el Chapare. Acusa al Ministerio de Gobierno por no detener “hasta ahora” a ninguno de los implicados. Pesa sobre Evo Morales la Ley General de la Coca de 8 de marzo de 2017, que extiende los cultivos autorizados de la hoja y se denuncia que su gobierno permitió la invasión de los parques y reservas naturales con coca ilegal.
Choquehuanca, potencial candidato, intentó dar una imagen pacificadora y de no confrontación en los actos oficiales. Este intento lo traiciona cuando habla en el altiplano y también lo hizo en una comunidad cruceña, en esas incursiones enfatiza su racismo indígena aimara. Confía en el voto del campo a su favor, aunque aparentemente sus bases residen solo en el altiplano paceño.
En cuanto a Luis Arce, su sorprendente silencio en cuestiones que inclusive requieren la voz oficial, tienen por objetivo dar la apariencia de un estadista serio, abocado a las cuestiones de gobierno. Este plan se dirigiría a impresionar con esa imagen a las clases medias citadinas. Empero no deja de asistir a los aniversarios y anexos de los “movimientos sociales”, donde su lenguaje repite los discursos populistas y demagógicos de los cuales el expresidente y su vicepresidente en 14 años creían ser los titulares exclusivos. En el campo, Arce reedita tal discurso, violando ese “coto cerrado”, ahora en disputa. Sin embargo, inclusive ahí salta a la vista su limitación oratoria y más adelante tendrá necesidad de instruirse con entendidos. Así se van clarificando las cosas con miras al año 2025. No está demás recordar que “no por mucho madrugar amanece más temprano”.